Con la solidaridad de la gente, llegó una esperanza para Nicolás.
Noticias. Después de la nota de Clarín, a la familia le ofrecieron dinero y prestarle una casa. Sonrisa. Nicolás, en una plaza de Olavarría, donde vive. Lo operan en julio y tendrá seis meses de recuperación.
Nicolás Leiva tiene dos años y padece el síndrome de Goldenhar (ver El síndrome...). El 19 de julio en el Garrahan, le colocarán dos planchas de titanio y ocho clavos a la altura de la nuca. El postoperatorio duraría unos seis meses en los que tendrá que llevar un corset que le fijará la columna. Es una intervención difícil, pero esperanzadora: Nicolás podría aprender a caminar. En el hospital le dijeron a Patricia que la recuperación debe hacerla en un lugar con servicios, limpio y donde el bebé tenga una habitación para él. Ese fue el inicio de la peregrinación de Patricia Canosa, que vive con el nene, un hijo de ocho años y su pareja en una pieza alquilada sin gas ni agua. Con la necesidad de comprar una casa donde Nico pudiese recuperarse, puso en venta su pulmón y su pareja, el riñón. Antes de que la noticia explotara, ya tenían varios interesados en los órganos. “Soy apenas una empleada con un sueldo magro, pero dispuesta a poner mi grano de arena en casos tan límite y angustiantes en donde se juega la vida de chicos”, escribió una lectora pidiendo los datos de la cuenta para donar dinero. “Me conmovió mucho esta historia, quiero proponer en mi provincia que ayuden a Nicolás”, contaron desde San Juan. “Vivo en el exterior, pero puedo hacer un giro a Argentina”, avisó una mujer. Hubo quien armó un perfil en Facebook “Ayudemos a Nicolás” y explicó que “es para que la gente que pueda contribuir, lo haga”. Muchos prefirieron el anonimato. Incluso un empresario que pidió el contacto de Patricia: “Es una decisión extrema que se entiende sólo cuando está en juego la vida de un hijo. Yo puedo ayudarlos en lo que sea”, confió. Hubo quien prestó una casa en el conurbano o en departamento en Capital. O los invitó a un hogar de tránsito. “Primero me llamó un secretario del Ministerio de Salud. Con él me descargué dos años de idas y vueltas. Después me llamó otro hasta que (Alejandro, ministro de Salud bonaerense) Collia agarró el teléfono y me habló en persona. Me citó a una reunión, me dijeron que nos iban a ayudar”, contó Patricia a Clarín . En un comunicado, desde Salud informaron que pusieron “a disposición todos los medios necesarios para resolver tanto su situación habitacional como las necesidades de Nicolás, antes y después de la operación, tal como lo instruyó el gobernador Daniel Scioli”. Dice Patricia que ésa fue otra de las puertas que tocó para que le den una mano con la situación de su hijo. “También le dejamos una carta a la Presidenta, a Facundo Moyano, a Aníbal Fernández, a Alicia Kirchner en Desarrollo Social. Y al Consejo Nacional de Atención a Personas con Discapacidad. En el medio, le dejé otra carta a Scioli, pero resulta que hasta hoy (por ayer) no se habían enterado de la historia de Nicolás”, contó la mujer. Sobre la generosidad de la gente dijo que está sorprendida, que si hace falta cuelga en el muro de Facebook el estado de la cuenta para que sepan el dinero que donaron y que no haya dudas de que es para Nicolás. De hacerlo, será debajo del aviso que todavía dice: “Me llamo Patricia Canosa, tengo 27 años y vendo un pulmón y un riñón antes de la operación de columna que deben practicarle a mi bebé”. |
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