Fernando Pandolfi, del fĂştbol a la gastronomĂa en Devoto.
Fernando Pandolfi. Su currĂculum dice que seis de los ocho años que durĂł su carrera como futbolista profesional jugĂł en VĂ©lez, estuvo a prĂ©stamo por un año en Boca y una temporada en el Perugia Calcio de Italia. Estar en el banco de suplentes del FortĂn lo llevĂł a acelerar su retiro del fĂştbol y a incursionar en la construcciĂłn, la mĂşsica y ahora en la gastronomĂa, rubro en el que ha iniciado tres restaurantes.
Pandolfi en Mecha Restaurant.
El menĂş de Mecha, el restaurante de Devoto del cual es socio minoritario, dice que se especializan en carne a las brasas, frutos del mar al horno de barro y que además trabajan con platos veggie. "Hace dos años, cuando volvĂ al barrio me propusieron ser socio. InvertĂ plata y tambiĂ©n ayudo a administrar el lugar. Vengo todos los dĂas para ver que todo marche bien, pero hay una encargada que hace que todo funcione", dice Pandolfi.
"Nunca me adapté muy bien a los negocios. Soy bastante inepto para administrar, por eso trato de dejar las cosas en mano de la gente que sabe. No despilfarré el dinero que me gané en el fútbol y eso me permitió invertir. Ahorré durante toda mi vida deportiva", cuenta.
Un ojo de bife de 400 gramos cuesta $730, el vacĂo, $640, el salmĂłn rosado, $740 y la parrilla de mar $1390; la cazuela de verduras -a elecciĂłn- para acompañar está en $260. En el menĂş kid, las milanesitas rondan los $460, el pollo $430 y las pastas, $410.
"Hubo una Ă©poca del año pasado en que no nos fue bien. Que la gente no venĂa por la situaciĂłn del paĂs y se entiende. En ese tiempo, la facturaciĂłn cayĂł un 20% aproximadamente. Fueron meses complicados en la gastronomĂa. En el invierno es complicado; junio y julio. En enero y marzo, tal vez porque la gente se va de la ciudad vienen menos", explica y aunque no quiere aventurar sobre la facturaciĂłn, en lĂneas generales, cuenta, el restaurante marcha bien.
Fernando Pandolfi, el exVélez y Boca en Mecha Restaurant, restaurante del que es socio
En 1993, cuando debutĂł en la primera divisiĂłn con VĂ©lez abandonĂł el secundario y decidiĂł priorizar la carrera que le iba a permitir generar dinero. "Cada inicio de año me planteo retomarlo, pero algunos me dicen que haga un curso de lo que me gusta, que para quĂ© voy a seguir, pero es una meta pendiente que tengo conmigo mismo. Cuando jugaba al fĂştbol no me importaba biologĂa, el tĂtulo de la secundaria me importaba muy poco", piensa.
En 1994, Pandolfi saliĂł campeĂłn de la Copa Libertadores con VĂ©lez. En 1995 obtuvo con el FortĂn el Torneo Apertura. En 1996, despuĂ©s de conseguir el Torneo Clausura, se hizo con la Copa Interamericana y la Recopa Sudamericana. En 1998, el club de Liniers volviĂł a liderar el fĂştbol local y se consagrĂł del Torneo Clausura. En su paso por Boca en el 2000, alzĂł la copa del Torneo Apertura.
En 2001, cuando terminĂł su carrera como futbolista, iniciĂł un proyecto de construcciĂłn con sus amigos, con el que hicieron dos edificios en capital, pero por la situaciĂłn econĂłmica del paĂs decidieron no continuar en el rubro. Unos años más tarde, abriĂł junto a otros exfutbolistas un restaurante en las Cañitas, pero despuĂ©s de la tragedia de Cromañón, el Gobierno de la Ciudad, les sacĂł la habilitaciĂłn para operar.
El "Rifle" Pandolfi, como era apodado, posee el 5% de las acciones del restaurante de Villa Devoto, que a su vez es liderado por ocho inversores. Y la empresa constructora que lo ayudĂł a incursionar en el mundo de los negocios, una vez que se alejĂł de las canchas, fue la encargada de armar toda la estructura del local.
Hubo un momento en el que "no estaba para invertir, pasĂł un tiempo hasta que decidĂ volver a hacerlo y tambiĂ©n decidir quĂ© querĂa hacer. Empezar cosas con amigos, ver si funcionaban. Me decĂa que si no funcionaban me iba a hacer mala sangre". En 2006 habĂa abierto, junto a Damián Manusovich, Limbo, un bar-restaurant frente a La Plaza Armenia, en pleno Palermo Soho: "Terminamos desarmándolo y yo no quise volver a saber nada de la gastronomĂa por un tiempo", cuenta de las aventuras en el rubro.
En Mecha "apuntamos a todo tipo de público. A la mañana tenemos pibes de la escuela, a la tarde y noche el público es muy variado. Tenemos boxes transparentes en donde los grupos de chicos pueden pasarla bien sin molestar al resto; a la tarde vienen señoras a tomar un café y a la noche el público es distinto, mucho más joven. Buscamos siempre que se sientan bien y que vuelvan", dijo el exfutbolista que admitió que muchos de los clientes adultos que llegan al lugar lo reconocen.
"SĂ© que el plato más barato no es tan barato porque este es un restaurante que se sacude, pero tampoco es muy caro. ¡Vale la pena! Es cierto que no son precios populares, pero hoy está todo caro. Hay que pagar el alquiler, la luz y los impuestos, pero hay gente a la que le gustan los lugares asĂ", explica.

El menĂş de Mecha, el restaurante de Devoto del cual es socio minoritario, dice que se especializan en carne a las brasas, frutos del mar al horno de barro y que además trabajan con platos veggie. "Hace dos años, cuando volvĂ al barrio me propusieron ser socio. InvertĂ plata y tambiĂ©n ayudo a administrar el lugar. Vengo todos los dĂas para ver que todo marche bien, pero hay una encargada que hace que todo funcione", dice Pandolfi.
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Un ojo de bife de 400 gramos cuesta $730, el vacĂo, $640, el salmĂłn rosado, $740 y la parrilla de mar $1390; la cazuela de verduras -a elecciĂłn- para acompañar está en $260. En el menĂş kid, las milanesitas rondan los $460, el pollo $430 y las pastas, $410.
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En 1993, cuando debutĂł en la primera divisiĂłn con VĂ©lez abandonĂł el secundario y decidiĂł priorizar la carrera que le iba a permitir generar dinero. "Cada inicio de año me planteo retomarlo, pero algunos me dicen que haga un curso de lo que me gusta, que para quĂ© voy a seguir, pero es una meta pendiente que tengo conmigo mismo. Cuando jugaba al fĂştbol no me importaba biologĂa, el tĂtulo de la secundaria me importaba muy poco", piensa.
En 1994, Pandolfi saliĂł campeĂłn de la Copa Libertadores con VĂ©lez. En 1995 obtuvo con el FortĂn el Torneo Apertura. En 1996, despuĂ©s de conseguir el Torneo Clausura, se hizo con la Copa Interamericana y la Recopa Sudamericana. En 1998, el club de Liniers volviĂł a liderar el fĂştbol local y se consagrĂł del Torneo Clausura. En su paso por Boca en el 2000, alzĂł la copa del Torneo Apertura.
En 2001, cuando terminĂł su carrera como futbolista, iniciĂł un proyecto de construcciĂłn con sus amigos, con el que hicieron dos edificios en capital, pero por la situaciĂłn econĂłmica del paĂs decidieron no continuar en el rubro. Unos años más tarde, abriĂł junto a otros exfutbolistas un restaurante en las Cañitas, pero despuĂ©s de la tragedia de Cromañón, el Gobierno de la Ciudad, les sacĂł la habilitaciĂłn para operar.

El "Rifle" Pandolfi, como era apodado, posee el 5% de las acciones del restaurante de Villa Devoto, que a su vez es liderado por ocho inversores. Y la empresa constructora que lo ayudĂł a incursionar en el mundo de los negocios, una vez que se alejĂł de las canchas, fue la encargada de armar toda la estructura del local.
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En Mecha "apuntamos a todo tipo de público. A la mañana tenemos pibes de la escuela, a la tarde y noche el público es muy variado. Tenemos boxes transparentes en donde los grupos de chicos pueden pasarla bien sin molestar al resto; a la tarde vienen señoras a tomar un café y a la noche el público es distinto, mucho más joven. Buscamos siempre que se sientan bien y que vuelvan", dijo el exfutbolista que admitió que muchos de los clientes adultos que llegan al lugar lo reconocen.
"SĂ© que el plato más barato no es tan barato porque este es un restaurante que se sacude, pero tampoco es muy caro. ¡Vale la pena! Es cierto que no son precios populares, pero hoy está todo caro. Hay que pagar el alquiler, la luz y los impuestos, pero hay gente a la que le gustan los lugares asĂ", explica.
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