Carlos Luque : " Estoy viviendo un mundial soñado"

Tweet Compartir Sub 20. El volante argentino es la revelación del equipo de Perazzo. “Tengo la ilusión de salir campeón”, dice.

Acá el calor es impresionante, peor que en Medellín...”, dice Carlos Luque, recién bajado del avión que lo depositó aquí, en las playas de Cartagena, esas que no tienen gaviotas como las de Mar del Plata sino pelícanos que sobrevuelan el mar caribe. Es que la imagen parece sacada de un flash, con una ciudad con murallas de un lado y el agua tibia de Centroamérica del otro. Sin embargo, hay otra cosa que está en la cabeza del volante argentino, la revelación del equipo de Perazzo, y que nada tiene que ver con este paraíso: “Estoy viviendo un Mundial soñado. Esto no se da todos los días y trato de disfrutar a full cada minuto que me toca jugar”, admite ante Clarín . No se la cree el jugador de Colón de Santa Fe. Habla con calma, tranquilo y con humildad, quizás por ese ADN que tienen todos aquellos nacidos en el interior del país. Oriundo de Las Varillas (Córdoba), Luque no estuvo en el Sudamericano de Perú, en el cual Argentina terminó tercera y clasificó para este Mundial. Sin embargo, a siete meses de aquel enero en Arequipa, Walter Perazzo no dudó, y decidió convocarlo. “Uno termina armando el equipo en pleno Mundial porque no tuvimos partidos de preparación. Por ejemplo, a Luque lo venía siguiendo desde las Inferiores y la idea fue llevarlo de a poco, pero estaba convencido de que iba a ser importante en el funcionamiento de nuestro equipo”, se sincera el DT, orgulloso de su “descubrimiento” . Es que no es para menos. A Luque le tocó entrar en el partido ante Corea del Norte por la lesión de Lamela y el pibe no defraudó: tiró el centro que derivó en el primer gol argentino y volvió locos a los coreanos, que no lo tenían en sus papeles. Y ante Egipto, la historia se repitió. En los momentos calientes, este pibe que tiene apenas 9 partidos en la Primera de Colón se agrandó más que todos y aguantó la pelota ante un estadio que abucheaba cada ataque argentino. A él le cometieron los dos penales que Lamela transformó en goles. La fortuna acompañó a Luque ya desde chiquito. Cuando tenía 14 años, su padre estaba haciendo dedo en la ruta. Podría haber parado cualquiera, pero fue el papá de Martín Cardetti (el ex jugador de River) quien frenó y ofreció llevarlo. Una cosa llevó a la otra, y en la charla apareció el nombre de Carlos, que hasta el momento no había tenido suerte con la pelota: se había ido a probar a San Lorenzo, River y Lanús, pero en ninguno de los tres pudo quedar. Sin embargo, el padre de Cardetti le consiguió una prueba en Colón . Luque fue, y el club santafesino no dejó que se fuera. En esos primeros meses en el Sabalero debió hospedarse en la casa de los Cardetti, ya que en la pensión del club no había lugar. Lo que viene es historia más conocida. Creció y fue soltando esa zurda hasta que el 13 de marzo de este año debutó ante Racing. No fue el estreno ideal, es cierto, ya que su equipo cayó goleado 4 a 0. Sin embargo, lo mejor estaba por venir, con este presente de ensueño. “Con trabajo todo se va dando. Ahora estoy en este Mundial y quiero dar lo mejor de mí”, reconoce Luque, aún con esa timidez que lo caracteriza. Eso sí, no le tiembla la voz cuando afirma: “Tengo la ilusión de salir campeón” .