Mataron al dueño de una heladeria durante un robo.

Tweet Compartir Sociedad. La víctima, de 34 años, forcejeó con dos asaltantes. Le pegaron dos tiros y huyeron.

* Ver mas Sociedad. * Ver mas Espectaculos. Los vecinos de la calle Rosas al 3300 dicen que en esa cuadra de la localidad de Caseros, partido de Tres de Febrero, los robos ya eran moneda corriente. Hace dos semanas habían robado un videoclub que está a mitad de cuadra y el jueves un hombre asaltó una perfumería a pocos metros. El tercer hecho ocurrió en la madrugada de ayer y esta vez terminó de forma trágica: el dueño de una heladería fue asesinado de dos disparos tras forcejear con dos ladrones. La víctima fue Alejandro Margariño (34). Hace dos años, había abierto en la esquina de Rosas y Rebizzo la heladería que tenían con su hermano menor . “En el invierno la peleaban, pero no cerraban nunca. Ayer era la primera vez en el año que abrían hasta tarde. Alejandro andaba contento porque había vuelto el calor”, contó Martín, un vecino que vive frente a la heladería, en diálogo con Clarín . Los ladrones, dos muchachos jóvenes que llevaban puestas gorras, entraron a la heladería a la 1 de la mañana del domingo. En el local estaban los hermanos Margariño y una mujer que había ido a comprar helado con sus hijos . Aparentemente, los ladrones le apuntaron primero a ella y le sacaron el bolso. “Yo estaba en la puerta de mi casa y me doy cuenta de que pasaba algo porque salió la mujer a los gritos”, dijo Andrés, otro vecino, quien luego vio cuando Alejandro Margariño se le tiraba encima a uno de los ladrones y comenzaba un forcejeo. En la pelea rompieron una vidriera de la heladería y varias sillas de plástico que había en el interior del local. “Yo me acerqué, pero paré en seco cuando escuché disparos. Ahí nomás, los ladrones salieron corriendo por Rosas. Un vecino los persiguió pero dijo que desaparecieron al toque”, relató Andrés. Mientras, en la heladería, Alejandro Margariño estaba tirado en el suelo junto a la puerta. Maximiliano, su hermano, estaba parado junto a él con un pistolón que le sacó a los ladrones antes de que huyeran y luego entregó a la Policía. “Al principio, yo pensé que Alejandro se había desmayado, porque respiraba y no parecía herido. Después vimos que tenía dos balazos en la panza y, de repente, estiró el brazo y dejó de jadear”, contó Martín. Los vecinos del barrio recordaron que el robo a la heladería era el tercero que ocurría en esa cuadra en las últimas dos semanas. También dijeron que aunque la Policía llegó bastante rápido, ningún patrullero fue a recorrer la zona para ver si daban con los ladrones.