IncreĆble: secuestraron a un joven en Villa Devoto, se les rompió el auto y terminaron presos.
Ocurrió el 11 de julio, a plena luz del dĆa. Los acusados fueron detenidos y se les dictó la prisión preventiva. El modus operandi y la traición que surgió a partir del reconocimiento de la vĆctima.

—Voz masculina: “Se planeó todo bien pero bueno (...) uno de los pibes hizo cagada”.
—Voz femenina: “¿Y ahora?”.
—Masculino: “Y nada, cuando te cuente te vas a cagar de risa”.
Ese dĆa, en horas de la maƱana, Penayo y al menos otras tres personas secuestraron a un adolescente de 15 aƱos en el barrio porteƱo de Villa Devoto.
La vĆctima, a quien en esta nota se identificarĆ” como C., habĆa salido de su casa alrededor de las 9:30 y estaba yendo a pie hacia el taller de su padre, ubicado a cinco cuadras de distancia. Para ese entonces, los captores ya lo estaban esperando a mitad de camino, en un Fiat Palio blanco estacionado. Dos estaban parados junto al vehĆculo y el restante estaba en el asiento del conductor. Era una puesta en escena para simular que el auto no arrancaba.
MirƔ tambiƩn
Ciudad permite encuentros de hasta 10 personas en espacios pĆŗblicos, pero no en terrazas o lugares particulares
Cuando vieron venir a C., le pidieron ayuda para empujar el vehĆculo. El adolescente accedió y al momento de acercarse, los secuestradores lo redujeron. Lo metieron adentro, lo amenazaron y le pusieron precintos en sus manos.

Tras ello, comenzaron a dar vueltas por las calles de Capital Federal, mientras otro integrante de la banda se encargaba de comunicarse con la familia de C. El primer llamado fue aproximadamente media hora mĆ”s tarde. El secuestrador al telĆ©fono les exigió 20 mil dólares para liberar a su hijo. Entre un llamado y otro, le indicó al padre la vĆctima dónde tendrĆa que realizar el pago: primero le dijo que vaya a una esquina de Monte Grande y luego que se dirija hacia Ruta 8 y General Paz. Pero como en ambos lugares habĆan visto policĆas cerca, dieron marcha atrĆ”s con la entrega.
MĆ”s tarde, llegó una nueva dirección: en la calle Eva Perón y la avenida MĆ”rquez de la ciudad de San MartĆn. El padre de C. fue hasta allĆ y dejó la bolsa con el dinero debajo de un auto. Sin embargo, el secuestrador nuevamente recalculó, esta vez por la presencia de un “vehĆculo sospechoso” en la zona. De tal manera, le ordenó al padre de la vĆctima que recogiera el pago de rescate y que esperara una nueva indicación.
Pero despuĆ©s de eso, sucedió el imprevisto para los secuestradores en el Fiat Palio: cuando circulaban por las calles de Villa Ortuzar, el auto se le averió en la intersección de 14 de julio y ChorroarĆn. Trataron de arreglarlo y como no pudieron decidieron abandonar el vehĆculo. Se alejaron caminando. C. se percató de esto y al encontrarse solo, escapó corriendo en dirección contraria hasta toparse con un policĆa. Eran las 12:20 del mediodĆa.
MirƔ tambiƩn
MÔs de 230 locales gastronómicos ya iniciaron el trÔmite para poner mesas y sillas en las veredas
Unos minutos despuĆ©s, el padre de C. −ya enterado de que su hijo estaba a salvo− recibió otro llamado del secuestrador que llevaba adelante la “negociación” y se sorprendió: el delincuente no sabĆa que la vĆctima ya habĆa recuperado la libertad, por lo que le volvió a dar una nueva dirección para entregar el dinero. Esa fue la Ćŗltima comunicación que mantuvieron.

El caso recayó en la FiscalĆa Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 9, a cargo de Guillermo MarijuĆ”n. Luego de mĆ”s de un mes de investigación en coordinación con la División Operativa Central del Departamento Antisecuestros de la PolicĆa Federal, la banda de secuestradores cayó el 19 de agosto. En tres operativos realizados en el barrio porteƱo de Balvanera, en San Miguel y en La Tablada (La Matanza) detuvieron a cinco sospechosos, uno de los cuales fue liberado dĆas mĆ”s tarde.
AdemĆ”s de Penayo, los acusados fueron identificados como Stiben Gamarra Piris, de 26 aƱos y nacionalidad paraguaya; Cristian Ponce, de 23 aƱos; y Diego Poltronetto, de 21. Los cuatro estĆ”n imputados por secuestro extorsivo, agravado por la minorĆa de edad de la vĆctima y por la intervención de tres o mĆ”s personas, en calidad de coautores. Ese delito prevĆ© una pena de 10 a 25 aƱos de prisión.
A Poltronetto ademĆ”s se le inició una causa por tenencia ilegal de armas. En su departamento de Balvanera la PolicĆa encontró dos revólveres calibre 38 y una escopeta calibre 28.
Poltronetto y Ponce se negaron a declarar. En cambio, Peneyo y Gamarra Piris aceptaron ser indigados. Sin embargo, sus relatos no convencieron a los investigadores. Los cruces de llamados entre los cuatro que mantuvieron el dĆa del secuestro y en los dĆas previos, las huellas detectadas en el Fiat Palio y el anĆ”lisis de la activación de celdas, que los ubica a algunos de ellos alrededor del domicilio de C., son algunas de las pruebas en su contra.
TambiĆ©n los resultados del reconocimiento de la vĆctima, que identificó a Poltronetto como amigo de sus hermanos, segĆŗn el expediente. Incluso dijo que luego del secuestro, el imputado fue hasta el taller de su padre y lo abrazó y lo consoló. Esto reforzó la hipótesis de los investigadores: que el secuestro fue planeado y que los delincuentes contaban con la información de que la familia poseĆa el dinero requerido.

En los Ćŗltimos dĆas, el Juzgado Criminal y Correccional Federal N° 12 que dirige SebastiĆ”n Casanello, dictó la prisión preventiva para los cuatro acusados. El abogado de Poltronetto, Christian Anibal Saragusti, adelantó que ya presentó un pedido de excarcelación y subsidiariamente la morigeracion de prisión.
“En virtud del delito que se le achaca a mi asistido, no se encuentra acreditado que mi defendido le haya manifestado al padre de la vĆctima de 15 aƱos que querĆa cobrar un rescate, ni tampoco que la privación de la libertad de la vĆctima haya sido con el propósito de obtener uno”, explicó el letrado, quien fue el abogado defensor del presunto hacker informĆ”tico Camus Hacker y del profesor Renato Ristori, ex profesor del colegio Carlos Pellegrini acusado de hostigamiento a una alumna.
Y agregó: “La acción tĆpica del secuestró extorsivo es sustraer, retener u ocultar a una persona, y esto no pasó en la causa; simplemente se trató de un robo, con la diferencia que se mantuvo en el tiempo. Algunos roban en 20 Segundos, otros en 9 minutos, otros en 30 minutos y otros, como en el caso, tardaron 171 minutos. MĆ”s allĆ” del delito en cuestión, no quedarĆa consumado ya que mi asistido desiste voluntariamente del hecho”.
Saragusti ademĆ”s dijo que las armas que tenĆa Poltronetto “las habĆa comprado porque es coleccionista”.
Las cifras de los secuestros extorsivos en la cuarentena
SegĆŗn el informe mensual de la Unidad Especializada en Secuestros Extorsivos, cuyo titular es el fiscal federal Santiago Marquevich, en julio se registraron otros seis casos en todo el paĆs. Fueron en las localidades bonaerenses de Escobar, Derqui, Avellaneda y Burzaco, en la ciudad de Córdoba y en la localidad mendocina de Rodeo de la Cruz.
En todos los casos, las vĆctimas fueron hombres y recuperaron la libertad sin sufrir lesiones fĆsicas mayores. En dos de esos episodios se pagó el rescate mientras que en los restantes no fue necesario. Para cometer el delito, los delincuentes utilizaron en su mayorĆa vehĆculos de alta gama y casi siempre actuaron en la franja horaria de entre las 17 y la medianoche.
El mismo relevamiento al que accedió Infobae indica que hasta el 31 de julio último hubo 31 secuestros extorsivos. Este tipo de delito viene en disminución desde hace cinco años: hubo 294 casos en 2015, 227 en 2016, 185 en 2017, 111 en 2018 y 44 el año pasado.
FUENTE: Infobae
MirƔ tambiƩn
Mira todas las noticias de la actualidad acĆ”.
MirƔ tambiƩn
Ya conoces nuestro canal de Youtube? entrĆ” y conocelo haciendo click acĆ”!
No hay comentarios.: