Vecinos denuncian que hay sĂşpermercados que todavĂa venden bolsitas de plástico.
Apuntan a los negocios chinos y dicen que salen hasta $ 5. Desde la Cámara de ese sector lo niegan.
Los sorbetes no son el Ăşnico plástico con restricciones en la Ciudad: hace poco más de dos años, el Ministerio de Ambiente y Espacio PĂşblico porteño prohibiĂł la entrega gratuita de bolsas plásticas, y tambiĂ©n su venta en lĂnea de cajas. La medida rige para hipermercados, supermercados y autoservicios de alimentos y bebidas.
En esa cartera resaltan que, desde que se implementĂł la resoluciĂłn, “se evitĂł la entrega de más de 500 millones de bolsas, cantidad que entregaban los supermercados, hipermercados y autoservicios de la Ciudad antes de la medida”. TambiĂ©n destacan que, previo a la prohibiciĂłn, alrededor de un tercio de lo que se retiraba al limpiar los arroyos entubados porteños eran bolsas.
Pese a los logros que enumera el Gobierno porteño, aĂşn existen huecos en la materia. Por un lado, y como pudo comprobar este diario, hay supermercados chinos que volvieron a venderlas en las lĂneas de cajas, a entre $ 2 y $ 5 por unidad.
“Me pasĂł hace poco en un comercio de Villa Devoto y di aviso. Cada vez que encontramos un caso, vamos al local y lo inspeccionamos, pero la verdad es que es un nĂşmero muy marginal -sostiene Eduardo Macchiavelli, ministro de Ambiente y Espacio PĂşblico porteño-. El 95% de los que repartĂan bolsas son las grandes cadenas, que ahora están totalmente alineadas”.
Sin embargo, desde el ente que agrupa supermercados chinos, la Cámara Empresarial de Desarrollo Argentino y PaĂses del Sudeste Asiático (CEDEAPSA), aclaran que “no registran casos de venta de bolsas de plástico en la caja”. “Tanto las bolsas de tela como las plásticas pueden venderse, siempre y cuando estĂ©n en las gĂłndolas y no en la lĂnea de cajas, porque ahĂ sĂ serĂan pasibles de multa”, señala Yolanda Durán, presidenta de la cámara.
Por el otro lado, la ley deja afuera las bolsas que se venden a 50 centavos o $ 1 en las cajas de cadenas de farmacias y perfumerĂas. Consultado por este diario sobre este punto, Macchiavelli remarca que “ese rubro representa una cifra muy marginal en tĂ©rminos de plástico”. “La resoluciĂłn sĂłlo abarca hipermercados y supermercados. Quizás en algĂşn momento la ampliemos, pero ya el hecho de limitar las bolsas en los sĂşper es un gran paso”, subraya.
Para el Gobierno porteño, los efectos adversos de las bolsas plásticas para el medio ambiente son mĂşltiples: tapan sumideros, afectan el sistema de drenaje de la Ciudad, se escurren por los pluviales, forman “diques” que atrapan otros residuos. TambiĂ©n, señalan, afectan a animales y plantas, especialmente los acuáticos.
Desde la Cámara de la Industria Plástica (CAIP) ven las cosas de forma muy diferente: “Esas bolsas estaban fabricadas bajo las normas IRAM y eran totalmente reciclables. Prohibirlas no es la soluciĂłn, porque le saca al ciudadano la posibilidad de tenerlas para colocar allĂ la basura que se puede reciclar”, lamenta Sergio Hilbrecht, gerente de la Cámara.
Los sorbetes no son el Ăşnico plástico con restricciones en la Ciudad: hace poco más de dos años, el Ministerio de Ambiente y Espacio PĂşblico porteño prohibiĂł la entrega gratuita de bolsas plásticas, y tambiĂ©n su venta en lĂnea de cajas. La medida rige para hipermercados, supermercados y autoservicios de alimentos y bebidas.
En esa cartera resaltan que, desde que se implementĂł la resoluciĂłn, “se evitĂł la entrega de más de 500 millones de bolsas, cantidad que entregaban los supermercados, hipermercados y autoservicios de la Ciudad antes de la medida”. TambiĂ©n destacan que, previo a la prohibiciĂłn, alrededor de un tercio de lo que se retiraba al limpiar los arroyos entubados porteños eran bolsas.
Pese a los logros que enumera el Gobierno porteño, aĂşn existen huecos en la materia. Por un lado, y como pudo comprobar este diario, hay supermercados chinos que volvieron a venderlas en las lĂneas de cajas, a entre $ 2 y $ 5 por unidad.
“Me pasĂł hace poco en un comercio de Villa Devoto y di aviso. Cada vez que encontramos un caso, vamos al local y lo inspeccionamos, pero la verdad es que es un nĂşmero muy marginal -sostiene Eduardo Macchiavelli, ministro de Ambiente y Espacio PĂşblico porteño-. El 95% de los que repartĂan bolsas son las grandes cadenas, que ahora están totalmente alineadas”.
Sin embargo, desde el ente que agrupa supermercados chinos, la Cámara Empresarial de Desarrollo Argentino y PaĂses del Sudeste Asiático (CEDEAPSA), aclaran que “no registran casos de venta de bolsas de plástico en la caja”. “Tanto las bolsas de tela como las plásticas pueden venderse, siempre y cuando estĂ©n en las gĂłndolas y no en la lĂnea de cajas, porque ahĂ sĂ serĂan pasibles de multa”, señala Yolanda Durán, presidenta de la cámara.
Por el otro lado, la ley deja afuera las bolsas que se venden a 50 centavos o $ 1 en las cajas de cadenas de farmacias y perfumerĂas. Consultado por este diario sobre este punto, Macchiavelli remarca que “ese rubro representa una cifra muy marginal en tĂ©rminos de plástico”. “La resoluciĂłn sĂłlo abarca hipermercados y supermercados. Quizás en algĂşn momento la ampliemos, pero ya el hecho de limitar las bolsas en los sĂşper es un gran paso”, subraya.
Para el Gobierno porteño, los efectos adversos de las bolsas plásticas para el medio ambiente son mĂşltiples: tapan sumideros, afectan el sistema de drenaje de la Ciudad, se escurren por los pluviales, forman “diques” que atrapan otros residuos. TambiĂ©n, señalan, afectan a animales y plantas, especialmente los acuáticos.
Desde la Cámara de la Industria Plástica (CAIP) ven las cosas de forma muy diferente: “Esas bolsas estaban fabricadas bajo las normas IRAM y eran totalmente reciclables. Prohibirlas no es la soluciĂłn, porque le saca al ciudadano la posibilidad de tenerlas para colocar allĂ la basura que se puede reciclar”, lamenta Sergio Hilbrecht, gerente de la Cámara.
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