AgronomĂa: Cuatro historias porteñas que tendrán su propio rincĂłn en la Ciudad
Ya se eligió a los 150 vecinos que podrán tener una placa conmemorativa en bancos de Parque Avellaneda y El Rosedal.
Los 150 vecinos ganadores podrán apadrinar un banco y recordar a un ser querido en El Rosedal y Parque Avellaneda. Cada uno envió su historia y fueron elegidos entre más de 700 personas que participaron para tener un rincón con gusto a propio en la Ciudad.

Hay sectores de la Ciudad que esconden historias especiales y por eso se abriĂł la posibilidad de que los vecinos pudieran homenajear a quienes dejaron huellas por Buenos Aires.
Lo más curioso de la iniciativa es que surgiĂł a partir del pedido espontáneo de una vecina que, sin saberlo, terminarĂa sirviendo de inspiraciĂłn para muchos más: Giselle Mazzeo.
Ella buscaba homenajear la historia de amor que tuvo con MartĂn, quien en enero de este año falleciĂł de un infarto fulminante mientras corrĂa en una plaza del barrio AgronomĂa. La plaza que era de ellos dos.
Al estilo de los parques londinenses y como ocurre en Un lugar llamado Notting Hill, la pelĂcula favorita de Giselle y MartĂn, el homenaje fue poner una placa sencilla en un banco de la plaza. Ella la colocĂł cuando Ă©l todavĂa vivĂa y decĂa: "Para MartĂn que le encanta correr en esta plaza, de Gi, que lo ama". Con el tiempo el mensaje fue vandalizado y terminĂł desapareciendo.
La placa que Giselle le dejĂł a MartĂn en la plaza donde Ă©l corrĂa
Giselle recurriĂł entonces a las redes sociales de Horacio RodrĂguez Larreta para contar su historia, y pedir volver a poner la placa. Tanto conmoviĂł el pedido a los que lo escucharon en el Gobierno porteño, que se decidiĂł darles a otros 150 vecinos la misma oportunidad.
Durante noviembre comenzará la colocación de las placas: la Ciudad proveerá el banco y la placa conmemorativa mientras que el vecino aportará los insumos necesarios para las tareas mantenimiento, refacción y limpieza de su banco apadrinado.
Cuatro historias, cuatro homenajes
Entre las historias se encuentra la de Nicolás de Giacomo, que quiere recordar a su novia Daniela: "Dani fue mi novia. En un triste accidente yendo a nuestras vacaciones la perdĂ para siempre. Pero fue ella la que me dio las fuerzas para seguir adelante. Dani era una chica increĂble con una muy linda familia. Se vino sola de Bariloche a estudiar a Buenos Aires. Un dĂa la conocĂ y quedĂ© perdidamente enamorado. TardĂ© un año en conquistarla y vivĂ momentos increĂbles con ella, Ăşnicos. Haber estado con un ángel en la tierra me dejo muchas herramientas para pelearla en la vida. Imposible olvidarla".
Por su parte, Macarena Bello quiere conmemorar a Tomás: "Era mi hijo quien combatĂa el cáncer (neuroblastoma) en 2003, mediante quimioterapia y autotrasplante de mĂ©dula. En 2012 le detectaron que volviĂł, pero esta vez sin esperanzas, ya que un año más tarde falleciĂł despuĂ©s de mucha quimio. Hoy sus cenizas se encuentran en el cementerio dentro del Vaticano, gracias al Papa Bergoglio, quien nos aceptĂł dejarlo ahĂ a pedido de mi propio hijo".
El Parque Avellaneda atesora momentos Ăşnicos para la familia de Miriam Ullua: "Don Julio Sasso viviĂł gran parte de su vida en Floresta y Flores. PasĂł toda su infancia y adolescencia en el Parque Avellaneda. Nos dejĂł un manuscrito contando sus recuerdos en el parque: las romerĂas españolas, el teatro Lavarden y montones de anĂ©cdotas más. Ya jubilado era habituĂ© constante del parque. Fue un gran hombre, esposo, padre, abuelo y bisabuelo y el Parque Avellaneda fue su recreo a lo largo de su vida. SerĂa feliz de volver al lugar y ver una placa con su nombre".
Sandra Bustamante no puede evitar pensar en su marido cada vez que recorre El Rosedal: "No existe modo de describir al grandote de bigotes, bonachĂłn, que te recibĂa siempre con sus manos al cielo. Nadie te olvidará porque fuiste parte del Palermo antiguo, rebelde y a su vez respetuoso de lo tradicional. Te fuiste sin avisar pero, como todo ser de luz, tus manos miraban al cielo".
En Buenos Aires y en el resto del mundo
"Como sucede en las grandes capitales del mundo, queremos que los vecinos de la Ciudad tengan una nueva forma de recordar y homenajear a sus seres queridos", comentó Federico Di Benedetto, subsecretario de Comunicación porteño, dándole un marco global al proyecto.
La iniciativa de ParticipaciĂłn Ciudadana en conjunto con el Ministerio de Ambiente y Espacio PĂşblico es similar a otros programas en el mundo como "Adopta un Banco", del Central Park de Nueva York (Adopt-a- bench); los "Asientos de PresentaciĂłn" de Edimburgo (Presentation Seats) o "Bancos conmemorativos", entre muchos otros.
Los 150 vecinos ganadores podrán apadrinar un banco y recordar a un ser querido en El Rosedal y Parque Avellaneda. Cada uno envió su historia y fueron elegidos entre más de 700 personas que participaron para tener un rincón con gusto a propio en la Ciudad.

Hay sectores de la Ciudad que esconden historias especiales y por eso se abriĂł la posibilidad de que los vecinos pudieran homenajear a quienes dejaron huellas por Buenos Aires.
Lo más curioso de la iniciativa es que surgiĂł a partir del pedido espontáneo de una vecina que, sin saberlo, terminarĂa sirviendo de inspiraciĂłn para muchos más: Giselle Mazzeo.

Ella buscaba homenajear la historia de amor que tuvo con MartĂn, quien en enero de este año falleciĂł de un infarto fulminante mientras corrĂa en una plaza del barrio AgronomĂa. La plaza que era de ellos dos.
Al estilo de los parques londinenses y como ocurre en Un lugar llamado Notting Hill, la pelĂcula favorita de Giselle y MartĂn, el homenaje fue poner una placa sencilla en un banco de la plaza. Ella la colocĂł cuando Ă©l todavĂa vivĂa y decĂa: "Para MartĂn que le encanta correr en esta plaza, de Gi, que lo ama". Con el tiempo el mensaje fue vandalizado y terminĂł desapareciendo.

Giselle recurriĂł entonces a las redes sociales de Horacio RodrĂguez Larreta para contar su historia, y pedir volver a poner la placa. Tanto conmoviĂł el pedido a los que lo escucharon en el Gobierno porteño, que se decidiĂł darles a otros 150 vecinos la misma oportunidad.
Durante noviembre comenzará la colocación de las placas: la Ciudad proveerá el banco y la placa conmemorativa mientras que el vecino aportará los insumos necesarios para las tareas mantenimiento, refacción y limpieza de su banco apadrinado.
Cuatro historias, cuatro homenajes
Entre las historias se encuentra la de Nicolás de Giacomo, que quiere recordar a su novia Daniela: "Dani fue mi novia. En un triste accidente yendo a nuestras vacaciones la perdĂ para siempre. Pero fue ella la que me dio las fuerzas para seguir adelante. Dani era una chica increĂble con una muy linda familia. Se vino sola de Bariloche a estudiar a Buenos Aires. Un dĂa la conocĂ y quedĂ© perdidamente enamorado. TardĂ© un año en conquistarla y vivĂ momentos increĂbles con ella, Ăşnicos. Haber estado con un ángel en la tierra me dejo muchas herramientas para pelearla en la vida. Imposible olvidarla".
Por su parte, Macarena Bello quiere conmemorar a Tomás: "Era mi hijo quien combatĂa el cáncer (neuroblastoma) en 2003, mediante quimioterapia y autotrasplante de mĂ©dula. En 2012 le detectaron que volviĂł, pero esta vez sin esperanzas, ya que un año más tarde falleciĂł despuĂ©s de mucha quimio. Hoy sus cenizas se encuentran en el cementerio dentro del Vaticano, gracias al Papa Bergoglio, quien nos aceptĂł dejarlo ahĂ a pedido de mi propio hijo".
El Parque Avellaneda atesora momentos Ăşnicos para la familia de Miriam Ullua: "Don Julio Sasso viviĂł gran parte de su vida en Floresta y Flores. PasĂł toda su infancia y adolescencia en el Parque Avellaneda. Nos dejĂł un manuscrito contando sus recuerdos en el parque: las romerĂas españolas, el teatro Lavarden y montones de anĂ©cdotas más. Ya jubilado era habituĂ© constante del parque. Fue un gran hombre, esposo, padre, abuelo y bisabuelo y el Parque Avellaneda fue su recreo a lo largo de su vida. SerĂa feliz de volver al lugar y ver una placa con su nombre".
Sandra Bustamante no puede evitar pensar en su marido cada vez que recorre El Rosedal: "No existe modo de describir al grandote de bigotes, bonachĂłn, que te recibĂa siempre con sus manos al cielo. Nadie te olvidará porque fuiste parte del Palermo antiguo, rebelde y a su vez respetuoso de lo tradicional. Te fuiste sin avisar pero, como todo ser de luz, tus manos miraban al cielo".
En Buenos Aires y en el resto del mundo
"Como sucede en las grandes capitales del mundo, queremos que los vecinos de la Ciudad tengan una nueva forma de recordar y homenajear a sus seres queridos", comentó Federico Di Benedetto, subsecretario de Comunicación porteño, dándole un marco global al proyecto.
La iniciativa de ParticipaciĂłn Ciudadana en conjunto con el Ministerio de Ambiente y Espacio PĂşblico es similar a otros programas en el mundo como "Adopta un Banco", del Central Park de Nueva York (Adopt-a- bench); los "Asientos de PresentaciĂłn" de Edimburgo (Presentation Seats) o "Bancos conmemorativos", entre muchos otros.