Rebagliati: "Tenía 15 mil pesos en el bolsillo que financió mi propio secuestro".

Ocurrió cuando tres ladrones que habían robado una casa eran perseguidos y se tirotearon con agentes de la Federal. El nene se encuentra en grave estado. Iba en el asiento trasero del auto de su padre y recibió un disparo calibre 22. Rebagliati: Tenía 15 mil pesos en el bolsillo que financió mi propio secuestro (Click en la foto) 26/5/15 Daniel Rebagliati, el empresario que estuvo durante ocho días mantenido en cautiverio y que fue liberado el pasado 6 de Mayo tras pagar un rescate de unos dos millones de pesos, relató por primera vez sobre su calvario y remarcó que "con los 15 mil pesos que tenía en el bolsillo financió su "propio secuestro". "Ellos se bajan con cuatro pasamontañas, ametralladoras. Me bajo porque pensé que querían la camioneta pero cuando noté que la intención era otra intenté correr. Me agarran de la campera y me meten adentro de un auto. Me ponen la capucha y precintos en las manos. Y después de que me escondieron llamaron a mi hermano para pedir rescate", sostuvo Rebagliati. Además, prosiguió: "Me amenazaron con cortarme un dedo, me ponían la pistola en la cabeza. Me hacían la psicológica en contra de mi familia y eso me hacía muy mal". Los delincuentes ocultaron al empresario de 58 años en una habitación a unas treinta cuadras de la empresa Cintra que él lidera, dedicada a la seguridad ambiental, y luego en un galpón ubicado en Perú y Labarden, de la localidad de Caseros, desde el 28 de abril hasta el 6 de mayo pasados. "Yo nunca salgo con plata, pero ese día tenía 15 mil pesos en el bolsillo. Creo que eso financió mi propio secuestro porque les dio la posibilidad (a los delincuentes) de contar con plata para pagar distintos lugares donde esconderme y así ganar tiempo para negociar", narró. En una entrevista a diario Perfil en su casa de Villa Devoto, el empresario detalló cómo fueron sus días estando cautivo. "Siempre estuvieron conmigo tres cuidadores, que me trataban muy bien, sobre todo uno de ellos. Y después estaban los tres secuestradores que me trataban muy mal. Estos aparecían tipo 19 o a la una de la madrugada y, dependiendo de cómo iban las negociaciones, venían más buenos o más malos. "El primer día usaron la picana y me pegaron para sacarme información de mi familia. Cuando estuve en el primer lugar más o menos sabía qué momento del día era cuando prendían la tele, pero al llevarme al campo perdí noción del tiempo. Cuando los tres cuidadores me llevaron al campo pensé que me iban a matar ahí. Llevaba unos cuatro o cinco días secuestrado e imaginé que las negociaciones iban mal y se terminaba todo", indicó. Pero, según se enteró después, todo lo contrario pasaba en los entornos de la familia. "El día anterior a mi liberación habían tenido a mi hermano dando vueltas de una punta a la otra con la plata, pero como estaban paranoicos de que él tenía a la policía atrás frustraron el pago", explicó. "Ese día llegaron muy enojados y fueron muy malos. Como no tenían dónde meterme y no podían llevarme al campo de nuevo, entonces me querían esconder en el baúl de un auto. Le pedí a uno de los cuidadores que no me metieran ahí porque sufro de claustrofobia y me iba a morir. El cuidador 'más bueno' me dijo que me iba a buscar un lugar y me llevó a una casilla, cerca del sitio donde me largaron", precisó. Fuente: Telam Etiquetas: Barrio,   ciudad,   eventos en la ciudad,   Destacadas,