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10.000 obreros sin trabajar en el infierno automotriz.

El reclamo por los 67 despidos en la autopartista Gestamp se trasladó a Volkswagen y Ford, que suspendieron todos sus turnos por el faltante de piezas, y hoy a Peugeot, que no encenderá sus máquinas. Mientras, crece la preocupación en las empresas, y se calcula que no trabajarán 10.000 obreros.
  
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10.000 obreros sin trabajar en el infierno automotriz.   
30/5/14

El conflicto en Gestamp comenzó a extenderse a la industria automotriz, al paralizar la producción de Volkswagen y Ford, y este viernes se suma Peugeot.

Las terminales decidieron suspender la actividad en sus plantas de la zona norte de Buenos Aires, debido al parate en la autopartista que las abastece con chasis, estampados y carrocerías.

El reclamo por el despido de 67 trabajadores en la fabricante de piezas de capitales españoles trascendió así sus propias fronteras y ahora se trasladó a las grandes firmas globales del sector automotor, en una profundización de la dinámica contractiva del mercado automotor.

"El problema en Gestamp afectó a Ford, Volkswagen y el viernes a Peugeot. Las firmas están preocupadas", reconocieron desde el sector de las terminales.

La planta de Ford de Pacheco debió suspender ayer los dos turnos debido a la falta de insumos provenientes de la fabricante española. Y la fábrica de Volkswagen, con sede en la misma localidad, tiene paralizados sus tres turnos desde el martes. La firma alemana profundizó así su cuadro de inactividad, ya que venía aplicando suspensiones los viernes y en las últimas semanas ofreció retiros voluntarios.

"De esta forma, son 8.000 los obreros de las dos plantas que no están trabajando en las terminales, además de los 600 de la propia Gestamp y los 330 de Lear que fueron suspendidos y el jueves se manifestaron en Capital Federal cortando Callao y Corrientes", aseguraron los trabajadores de la autopartista.

En tanto, Peugeot paraliza hoy su actividad durante toda la jornada. Si bien la terminal también es abastecida por Gestamp, la interrumpción de la producción ya estaba programada desde la semana pasada por la caída de la demanda. La automotriz francesa mantiene suspendidos a 1.000 obreros, que cobran su salario al 65%, y este martes comenzó a ofrecer retiros voluntarios en su planta de Palomar.

Por otra parte, trascendió que General Motors y Fiat también podrían paralizar sus plantas. Sin embargo, fuentes de la firma italiana negaron que el paro en la sucursal bonaerense de Gestamp fuera a repercutir sobre su programación, aunque advirtieron que continuarán con las suspensiones que implementaron.

"La situación se ha complicado por el parate de partes, pero el problema real viene de antes y es que no hay ventas. Entonces a veces las terminales usan cualquier excusa para parar. La recesión es general", dijo un empresario del sector autopartista al sitio 'iProfesional'.

El conflicto en Gestamp se desató a principios de mayo, luego de que la compañía despidió a 67 operarios por realizar una asamblea dentro de la fábrica a raíz de la decisión de la gerencia de suspender a un 15% del personal. Para los trabajadores se trató de "despidos encubiertos".

Este martes la situación se complicó cuando un grupo de 9 operarios logró entrar a la planta ubicada en Escobar, custodiada en su interior por un centenar de uniformados de la infantería, y se trepó a una grúa para reclamar la reincorporación de los cesanteados.

A raíz de la medida de fuerza, Gestamp retiró al personal ante la imposibilidad de utilizar la máquina que tiene una altura de 10 metros y es necesaria para trasladar piezas y chapas dentro del galpón.

En las últimas horas, los huelguistas denunciaron que los efectivos colocaron inflables debajo del puente grúa donde se encuentran los obreros, en lo que podría ser un operativo del Grupo Halcón para desalojarlos. La decisión de la fuerza de seguridad despertó preocupación en la secretaría de Derechos Humanos del Gobierno de Daniel Scioli, por lo que funcionarios del área informaron que iban a hacerse presentes en la planta.

Mientras tanto, 200 gendarmes rodean las instalaciones frente a las cuales se encuentra un acampe sostenido por una nutrida delegación de trabajadores y estudiantes, que mantienen bloqueados los accesos.

Los manifestantes reclaman que el Ministerio de Trabajo provincial intervenga y dicte la conciliación obligatoria para retrotraer las cesantías, pero la empresa sostiene que los despidos son por "indisciplina" y, por lo tanto, con causa.

"Vamos ya por el tercer día reclamando por nuestra reincorporación. Pese a que se nos negó comida y bebida durante dos días seguimos firmes, el Ministerio de Trabajo aún no tomó ninguna resolución", dijo en un comunicado Roberto Amador, trabajador despedido que se encuentra dentro de la fábrica.

Amador señaló aseguró que "hay cientos de trabajadores afuera de la planta apoyándonos" y cuestionó al gremio metalmecánico Smata, que por ahora se mantuvo ajeno al reclamo.

"El SMATA hasta ahora no denunció los despidos frente al Ministerio. Ricardo Pignanelli (secretario general del gremio) dijo que le duele como si fuéramos sus hijos que cada uno de los afiliados esté en la calle, pero nosotros estamos peleando y no tenemos el apoyo del sindicato, que todavía no denunció nuestros despidos frente al Ministerio", sostuvo Amador.

En plena toma de Gestamp, el titular del gremio metalmecánico advirtió que tiene una "calentura perra" con los empresarios y el Gobierno por las suspensiones y despidos en la industria automotriz, pero dejo en claro que no impulsará medidas de fuerza al sostener que tendrá "paciencia", ya que en julio "tendremos el verdadero panorama" del sector.

Sin embargo, ante la escalada del conflicto y el paro llevado adelante el miércoles por la Unión Obrera Metalúrgica de Córdoba para frenar las suspensiones y los despidos, la cúpula del SMATA mantuvo una reunión en su sede de la Avenida Belgrano y decidió salir a pronunciarse con más fuerza sobre la crisis de la industria automotriz.

Los trabajadores despedidos de Gestamp participaron de una marcha por el centro porteño junto a operarios de Lear, una autopartista que esta semana suspendió a 330 obreros debido a la caída de la producción por la baja en la demanda.

Según expresaron los manifestantes, la empresa "suspendió de manera ilegal y por tiempo indeterminado" a todo el turno mañana y unos diez operarios del turno tarde, alcanzando al 50% del personal.

Lear es una empresa multinacional norteamericana que produce mazos de cables para la automotriz Ford y su fábrica está radicada en el kilómetro 51 de la ruta 9, en la localidad bonaerense de Escobar.









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