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En la semana en la que comenzó el juicio a un ex comisario por la detención del joven, asesinado tras un recital de los Redonditos de Ricota, el cantante desmintió viejas versiones sobre la postura de la banda.
30/9/13
El Indio Solari rompió el silencio sobre el caso del crimen de Walter Bulacio y aprovechó el blog con el que suele comunicarse con la comunidad ricotera para desmentir viejas versiones de la postura de la banda alrededor del asesinato del joven, hace 22 años.
Bulacio murió tras ser apresado y alojado en una comisaría luego de un recital de Los Redonditos de Ricota, en 1991. Y hace unos días comenzó el juicio oral al ex comisario Miguel Angel Espósito por la detención ilegal del adolescente, quien por entonces tenía 17 años.
Solari publicó en las últimas horas un texto en el blog Redonditos de Abajo: "Mientras muchos lo recuerdan recién durante estos días, una foto de Walter, junto a la palabra JUSTICIA. sigue estando en las pantallas de mis conciertos", comienza.
Y continúa: "'Se murió un redondo, cuál es?'. Esto han puesto en mi boca y yo no puedo haber dicho eso nunca. Jamás le sugerimos a la mamá de Walter que no televisara su dolor. Recupero el texto de lo expresado por nosotros en esos momentos, donde queda claro que nos referimos a nuestra manera de ver la circunstancia social en que sucedió el crimen y el aprovechamiento de varios "notables" demagogos a los que la muerte de Walter les importaba poco y nada".
Solari se refirió a la ausencia de la banda durante la mayor parte de los reclamos de justicia. "Es probable que de haber concurrido hubiéramos compartido la primera fila codo a codo con personajes como (el ex diputado del PJ Eduardo) Varela Cid, por ejemplo, (hoy un desconocido para los jóvenes) al mismo tiempo que los cronistas nos vaciaban de nuestra genuina tristeza mientras firmabamos autógrafos", concluyó.
El mensaje original de los Redonditos de Ricota que fue reproducido es el siguiente:
"Desde siempre hemos preferido no televisar nuestros sentimientos, así como también no propiciar vínculos institucionales que actúen de mediadores en nuestras relaciones de exclusivo carácter emotivo. Somos, por el momento, nuestros propios testigos...y es bastante. Por las características de la dinámica televisiva, los medios de información apelan a discursos efectistas que degradan los sentimientos. Por ejemplo: el repetir los actos de dolor porque la grabación lo exige. La gracia final, siempre, es mantenernos entretenidos. La esclavitud ante estos canales provoca una dificultad casi absoluta. Este estilo político televisivo está inundando nuestros pensamientos, nuestras pasiones y nuestros sueños".
