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Guillermo del Toro: “Si no confiamos en nosotros vamos a morir”.

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El director de “El laberinto del fauno” y guionista de “El Hobbit” -de la que no puede hablar, por contrato-, realizó “Titanes del Pacífico”, que se estrena el jueves, y sigue en la era de cine robótico a gran escala, como la saga “Transformers”.
Guillermo del Toro habla del hobbit y titanes del pacifico
Guillermo del Toro habla del hobbit y titanes del pacifico   
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5/7/13

Orgullo. Eso es lo que siente Guillermo del Toro al hablar de su nueva película, Titanes del Pacífico, que lo retrotrae a su inocultable amor por las películas de monstruos gigantes. Orgullo. Es lo que se vive doce pisos más abajo, la comercial Market Street es un hervidero, una verdadera fiesta: desde las nueve de la mañana hasta bien entrada la tarde, más de un millón de personas desfilaron a lo largo de 12 cuadras para celebrar la 43° marcha del orgullo lésbico, gay, bisexual y transgénero y cuenta con un agregado más que especial: la promulgación del matrimonio igualitario en los Estados Unidos.

Los ecos de la manifestación se quieren meter en la silenciosa habitación del Four Seasons, donde al cineasta mexicano se lo ve a gusto, cómodo ante la prensa. Se sienta junto al joven guionista Travis Beacham y desglosa el misterio alrededor de este tanque hollywoodense que estrenará el 11 de julio en nuestro país y mira hacia Oriente inspirado en los animé. “En la tradición japonesa, el género sci-fi es como una Meca, hay un heroísmo real hacia las máquinas, a los robots mismos. Son como la extensión de la armadura del samurai. Hay honor y belleza en su diseño, no son sólo armas”, relata Del Toro.

Según el director, la tecnología de este filme (en un 3D abrazador) se presenta como algo radical y una ambiciosa solución al problema. Y el conflicto son los siete Kaiju (“gran bestia”, en japonés) enormes monstruos de corte prehistórico que emergen desde las profundidades del Océano Pacífico, terreno de batallas descomunales frente a unos colosos de acero de casi 100 metros de altura: los robots Jaeger (“cazador”, en alemán), encargados de salvar a la humanidad.

“El nombre surgió cuando estábamos armando el libro para la película, unas 400 páginas de historia y sociología. Cuando creábamos los modelos, recurrimos a tecnología alemana para los motores en la torsión mecánica de la mano del robot. Y cuando los embarcaron los etiquetaron como “Jaeger” y de ahí quedó el nombre”.

Estos grandes monstruos mecánicos, ¿tendrán algo que ver con el icónico nipón Mazinger Z, cuya ambientación también era en las aguas? “No sé, yo veía a Voltron. Para mí el gran robot se da en los ’80 y los ’90, con la segunda oleada de animé japonés de ciencia ficción como Pat Labor, una patrulla policial robótica”, se desentiende el director.

A un año de la cuarta parte de Transformers (junio de 2014) y el exitoso tercer filme de Iron Man hace pensar que Titanes del Pacífico continuará (¿y afianzará?) a una nueva era de cine robótico a gran escala. “Para mí, el género de estas grandes máquinas como héroes empezó cuando tenía 8 años, y vengo impaciente esperando poder hacerlo”.

En este tipo de filmes donde los efectos visuales lo copan todo, uno se pregunta: ¿Es necesaria una buena historia detrás, o sólo con la magia de la tecnología alcanza para que un filme sea exitoso? “Necesitás un elemento que haga la película humana, en algún punto tenés que ‘vivir el filme’ y sólo lo lográs si sentís algo por un personaje. Para mí, los momentos más emocionantes de la película son cuando los protagonistas hacen un flashback a su juventud. Y es el pasaje que menos efectos especiales tiene”.

Entre el elenco del filme hay una perlita hispana, el inefable Santiago Segura, el popular Torrente, quien ya trabajó con Del Toro en Blade II. “Cada vez que trabajamos juntos lo mato de una forma distinta, esta vez muere de una forma horrible en las manos de un Kaiju. No es sólo un gran amigo y un intérprete que admiro, sino que también es un gran actor. El hace mi vida mejor”. Hablando de actores de habla hispana, ¿qué opinará Guillermo de Federico Luppi? ¿Habrá planes futuros para que vuelvan a cruzarse en el set? “Me encantaría volver a trabajar con él, es uno de mis actores favoritos y estuvo en todos mis filmes hablados en español (en referencia a La invención de Cronos, El espinazo del diablo y El laberinto del fauno)”.

¿Cuál es tu concepto de “Titanes del Pacífico”?

Mi idea era el mundo salvando al mundo, la metáfora no es sutil, y está en la película que nosotros somos el mismo robot, y si no confiamos en nosotros vamos a morir. Es sencillo. La segunda idea era tener una poderosa mujer, un fuerte grupo oriental, quería darle a todos un momento de poderío en la película.

¿Cómo fue que diste con Charlie Hunnam, el protagonista?

Con el casi trabajamos juntos en Hellboy 2, tenía el papel de príncipe, pero al final no pudimos contratarlo. Tiempo después, me dijo “Guillermo quiero que trabajemos juntos”, entonces interpreta a Raleigh Becket. Es un tipo muy dulce, puro corazón, es el muchacho que le presentaría a mi hija para que vaya a cenar y se ponga de novia (risas).

¿Existe alguna relación entre la violencia de los monstruos que emergen del fondo del mar y los cataclismos o tsunamis?

No, no intenté hacerlo formar parte de la fuerzas de la naturaleza. Travis vino con la idea de ponerlos en categoría uno, dos, cinco como si fuese un desastre, pero para mí era de una forma simple: usar el Kaiju como una fuerza imposible de detener y tener personajes que, cada uno, represente una virtud de lo que es la raza humana: ingenuidad, sacrificio, liderazgo, heroísmo, valentía, etc. Travis escribió un discurso hermoso sobre eso: si nos unimos, con un Jaeger podemos pelear hasta contra un huracán.

En la película planteás la pelea monstruos vs. robots, ¿es una analogía de la relación “hombre vs. tecnología”?

No, para mí lo que hace flotar el bote es la tecnología antigua y oxidada. Amo las cosas analógicas, las máquinas viejas, estoy a favor de los monstruos que se mueven como locomotoras. Busqué que los Kaiju representen la voracidad, ser consumidores y usen lo que tengan a mano para pelear. En Blade II recuerdo que Wesley Snipes me dijo algo hermoso cuando le mostré algunas armas que debía usar. (Imita su voz) “Eso es demasiado”. ¿Por qué?, le pregunté. “No es el hardware, es el tipo”. Eso es cierto también para los Jaegers, sólo pueden ser tan buenos como lo son sus pilotos. Creo que era muy importante poner todas esas cosas en perspectiva. Lo más analógico somos nosotros, por eso quería celebrar la decadencia, los colores locos, la animación heavy metal. Es lo mejor que verás en años.

¿Qué podés adelantar acerca de “El Hobbit: La desolación de Smaug”?

No puedo decir nada, estoy con un gran contrato que me impide dar cualquier tipo de detalles. Es más, hay un francotirador (señala a una torre enfrente) ahí arriba controlándome (risas).









































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