Buenos Aires, una ciudad con contrastes que cautiva.
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BARRIO.
Noticias.
La Reina del Plata deslumbra con sus amplios parques, su enorme oferta cultural, sus cafés emblemáticos y su pasión por el deporte. Es probable que los porteños que viven a diario los embotellamientos y las protestas padezcan la ciudad de Buenos Aires. Pero la Reina del Plata deslumbra con sus amplios parques, su enorme oferta cultural, sus cafés emblemáticos y una pasión por el deporte que atrapa a propios, extraños y al COI.
 Barrio de Villa Devoto.
5/7/13
Con tres millones de habitantes y varios millones más que llegan cada día desde los suburbios para trabajar, comprar y realizar trámites, Buenos Aires es una enorme metrópolis con contrastes que sorprenden y que los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018 podrían comenzar a resolver. Las lujosas residencias de Palermo, Recoleta y Belgrano, en el centro y norte más rico de la ciudad, contrastan con los añejos y pobres monoblocks de Lugano, la tranquilidad de las casas bajas de Villa Devoto o la modernidad de Puerto Madero. La zona sur, la menos desarrollada, albergará la Villa Olímpica en el marco de la iniciativa del gobierno porteño para impulsar los barrios menos favorecidos. El Parque Roca, habitual sede de la Copa Davis de tenis, es el lugar elegido, cerca del aún muy contaminado Riachuelo y el autódromo. La villa que albergará a los jóvenes competidores se destinará luego a viviendas sociales, anunció el alcalde, Mauricio Macri. La capital argentina tiene una relación muy estrecha con el deporte, basada fundamentalmente con la pasión por el fútbol, que ya viene grabada en el ADN de los argentinos. Cada espacio verde se convierte en campo de juego para grandes y chicos en una ciudad en la que los clubes y los estadios son parte de su escenografía esencial. Buenos Aires es atravesada a diario por un enjambre de colectivos (ómnibus) y taxis amarillos y negros que se suman al cada año más nutrido parque automotor. Y esto convierte a sus principales avenidas y autopistas en un dolor de cabeza que pone día a día a prueba la paciencia de porteños y bonaerenses. Con la red de subterráneos y el sistema ferroviario saturado, viajar por la ciudad no es fácil. Pero aun así, los porteños aman a su ciudad con un estilo que muchas veces en el exterior es cuestionado por su soberbia y egocentrismo. Y esa pasión se contagia a los millones de turistas que llegan cada año a la capital argentina. Recostada sobre el Río de la Plata y con el tradicional Obelisco como vigía, Buenos Aires ofrece en su avenida Corrientes y barrios aledaños una nutrida y variada cartelera teatral que le dan vida a la noche porteña hasta bien entrada la madrugada. Los centros comerciales se multiplican por "los cien barrios porteños", mientras los tradicionales bares y cafés le dan batalla a la invasión de cadenas extranjeras de cafeterías y comida rápida. Buenos Aires es además el corazón político de la Argentina. Alberga a los gobiernos de la nación y de la ciudad, embajadas de todos los países del mundo. Y así como el Obelisco es el lugar de los festejos, la histórica Plaza de Mayo frente a la Casa Rosada es el emblemático punto de protesta nacional. Las marchas y los piquetes son casi una rutina diaria. Por ejemplo, la protesta de trabajadores ferroviarios que este jueves cortó la avenida General Paz, la autopista que rodea como un anillo la ciudad, y generó tanto problema que opacó la noticia de que Buenos Aires será por primera vez sede olímpica, ese sueño tantas veces acariciado. |
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