ESPECTACULOS.
Noticias.
Susana Giménez no gana para sustos. Anoche, tuvo que hacer su programa respetando los límites exigidos por una medida cautelar, situación que ya había vivido el lunes anterior, cuando entrevistó a Verónica Ojeda.
11/6/13
“Esto de las cautelares se está haciendo manía. ¡Voy a tener que invitar sólo gente sin hijos!”, manifestó Susana antes de presentar en el living de Telefe a Jorge Rial y su novia Mariana “Loly” Antoniale. Según explicó la conductora, la medida judicial le prohibía “difundir imágenes de las menores Morena y Rocío Rial como así también dar a conocer cualquier circunstancia que rodee a las presentes actuaciones”, es decir, lo relativo al juicio existente entre el conductor y Silvia D’Auro, su ex mujer y madre de las niñas. Susana se mostró inquieta ante la perspectiva de tener que hacer otra entrevista como la de Ojeda, en la que desconocía qué podía preguntar y qué no en función de la cautelar. Rial la tranquilizó: “Esto es distinto —le explicó—. No es nueva la medida. Y yo puedo hablar de mis hijas porque son parte de mi vida. Pero no puedo hablar del juicio”.
Más aliviada, Su se dedicó a indagar en la historia de amor que ella percibe como “el cuento de Cenicienta”. Entusiasmada, alabó el nuevo look de Jorge: “¡Estás muy italiano, muy europeo, muy aggiornado!”, opinó. Y tanto Jorge como Mariana le confirmaron la sospecha de que están viviendo algo semejante a un cuento de hadas. “Te puedo asegurar que somos felices”, le dijo él. “Es tan increíble lo que estoy viviendo…”, repitió ella una y otra vez. Susana quería saber si hay planes de casamiento, pero temía preguntarlo por la medida judicial. “Sí, podés, podés”, la animó Rial. Y le contó que un día le había pedido matrimonio a Mariana mientras estaban mirando televisión. Sin embargo, ella quiere que lo haga de un modo especial. “Ya tengo una idea, pero sólo la conocen dos amigos míos, que me van a ayudar a armarla”, dijo Jorge, y ya no quiso develar nada más.
Hubo otro tramo de la entrevista en el que Rial prefirió hacer silencio. Después de la confirmación de que él y Mariana quieren tener un hijo, Susana pensó en el hecho de que Rial y su ex mujer hubieran recurrido a la adopción para ser padres, y acotó: “Pero, entonces… ¿lo de la infertilidad? Quiere decir que vos te callaste por caballerosidad”. Jorge mantuvo la postura de caballero: “Nunca voy a decir nada. Dios quiso que fuera de la otra manera, que fue maravillosa también”, contestó. Y celebró la reciente sanción de la ley de fertilización asistida. “Va a hacer felices a cuarenta mil familias por año”, sostuvo, y Susana coincidió en que la decisión legislativa había sido un acierto.
En relación a sus hijas, Jorge Rial manifestó: “El círculo se abrió cuando decidimos adoptarlas, que fue una decisión mía. Y se cerró cuando ellas me eligieron a mí. Hoy viven conmigo por voluntad de ellas”. “¡Qué duro para tu ex mujer!”, acotó Susana. “La elección tiene que ver con que hubo historias que vivieron y que no quieren vivir más”, le respondió Jorge, pero evitó entrar en detalles que hacen a la privacidad de las niñas, quienes, según contaron, estaban en el estudio, detrás de cámara.
Puesta a hacer una segunda entrevista con cautelar mediante, a Susana esta vez se le hizo más fácil que el lunes anterior, porque Jorge Rial conocía perfectamente los alcances de la medida judicial mientras que Verónica Ojeda entendía menos que Susana qué era lo que podía decir y qué no. Si los famosos insisten en recurrir a la Justicia antes de que otros famosos hablen en el ciclo de Susana Giménez, las charlas en el living se le van a complicar, porque ya ni con los clásicos ayudamemoria que le prepara la producción va a poder hablar tranquila con sus invitados. Bastante tiene la pobre con los errores en el sketch de la abuela, que protagoniza Antonio Gasalla, en el que la semana pasada equivocaron la localización geográfica de la ciudad de Praga y anoche, peor aún, dieron por muerto a Horacio Ferrer, quien el 2 de junio último cumplió 80 años y hoy lo festeja con un show en el teatro Maipo. Eso sí, en ambos casos, Susana puso la cara y se disculpó.
