Mariana Antoniale: "Rocío y Morena son mis nenas".
ESPECTACULOS.
Noticias.
La novia de Jorge Rial habló con LA NACION sobre cómo vive su romance, los rumores de embarazo y la profunda relación que tiene con las hijas del conductor.
La Niña Loly.
15/5/13
"No, no estoy embarazada, estoy con un poco de retención de líquidos nomás". Sin perder jamás el buen humor, Mariana Antoniale despejó todas las dudas minutos antes de cerrar el desfile con el que la diseñadora Verónica de la Canal presentó ayer su última colección, "Renascentis". A su lado, Rocío y Morena -las hijas de su pareja, el periodista Jorge Rial- se turnaban para tomarla de la mano y abrazarla justo cuando las cámaras apuntaban hacia otro lado.
"Me llevo genial con ellas, soy incondicional y todo el tiempo les hago saber que pase lo que pase en mi relación con su padre, voy a estar siempre", le contó la modelo a LA NACION. "Rocío y Morena son mis nenas. Todo se dio muy naturalmente, no costó nada la relación que mantenemos. Estamos siempre juntas, unidas, y yo las amo con todo mi corazón".
-¿Te molesta que todo el mundo te pregunte si estás embarazada o no?
-Al principio me enojaba que estén tan pendientes. Decía: "Bueno, ya no quiero quedar embarazada porque si lo hago le doy el gusto a la gente". Ahora me divierto, me causa gracia tanta expectativa.
-¿Cómo vivís todo lo que se genera alrededor tuyo a partir de tu relación con Rial?
-Con tranquilidad. Mi cable a tierra es mi familia, pero igual tengo muy en claro quién soy, no ando volando por ahí. Vengo a trabajar, acá soy una más. Y cuando llego a mi casa, igual que lo hace cualquier laburante, me doy una ducha y sólo quiero comer algo rico y descansar. Nada más.
-¿De qué modo te acompaña Jorge? ¿Te da consejos?
-Él me da mucha tranquilidad. Soy muy exigente y él me ayuda a relajar. "Tranquila, tranquila, hay solución, esto se puede hacer de esta otra manera", y ahí bajo dos cambios. Yo me acelero enseguida, me tensiono, pienso que hice algo mal... Por ahí salió todo perfecto pero siento que no llevé los zapatos correctos y me empiezo a cuestionar, me hago malasangre por tonteras y él me tranquiliza.
-¿Y vos a él?
-Cuando él está mal, sé que todo lo soluciono con un mimo. A veces el silencio es mejor que estar ahí hablando y hablando, entonces voy por un abrazo, un cariño y enseguida se le pasa.
-Sos la encargada de cerrar el desfile. ¿Vas de novia?
Y... algo así. Pero, con el estilo que tiene Verónica de la Canal, es una novia distinta, medio renacentista.
-Pero vos seguís soñando con el vestido blanco, ¿no?
-Sí, obvio. Es algo que está pendiente... Por eso, cuando llegue al casamiento no voy a usar un vestido blanco, sino tres o cuatro (risas).
-¿Proyectos para este año?
-¡Un montón! Más que nada relacionado con el modelaje, tengo muchas campañas por suerte.
-Y algún viajecito, seguramente.
-Sí, nos encanta viajar, probablemente el próximo lo hagamos con las nenas.
-¿Algún lugar en mente?
-Si pudiera elegir, me gustaría volver a Roma. Amé Roma. Viviría allá, con eso te digo todo.
-Con Karina Jelinek, ¿tuviste la oportunidad de conversar después de lo que pasó con su marido, Leo Fariña?
-No, nada. Siempre tuvimos buena relación laboral, pero nunca nos llamamos por teléfono ni nada. A mí me cae muy bien Karina, espero que esté bien. Me parece que no tiene nada que ver con lo que hace el marido y que hay que saber separar las cosas. Es como me pasa con Jorge: él es el ogro, el malo, el fuerte y yo soy la dulce. No soy igual a Jorge. A veces invertimos los roles pero por un ratito nomás (risas).
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"No, no estoy embarazada, estoy con un poco de retención de líquidos nomás". Sin perder jamás el buen humor, Mariana Antoniale despejó todas las dudas minutos antes de cerrar el desfile con el que la diseñadora Verónica de la Canal presentó ayer su última colección, "Renascentis". A su lado, Rocío y Morena -las hijas de su pareja, el periodista Jorge Rial- se turnaban para tomarla de la mano y abrazarla justo cuando las cámaras apuntaban hacia otro lado.
"Me llevo genial con ellas, soy incondicional y todo el tiempo les hago saber que pase lo que pase en mi relación con su padre, voy a estar siempre", le contó la modelo a LA NACION. "Rocío y Morena son mis nenas. Todo se dio muy naturalmente, no costó nada la relación que mantenemos. Estamos siempre juntas, unidas, y yo las amo con todo mi corazón".
-¿Te molesta que todo el mundo te pregunte si estás embarazada o no?
-Al principio me enojaba que estén tan pendientes. Decía: "Bueno, ya no quiero quedar embarazada porque si lo hago le doy el gusto a la gente". Ahora me divierto, me causa gracia tanta expectativa.
-¿Cómo vivís todo lo que se genera alrededor tuyo a partir de tu relación con Rial?
-Con tranquilidad. Mi cable a tierra es mi familia, pero igual tengo muy en claro quién soy, no ando volando por ahí. Vengo a trabajar, acá soy una más. Y cuando llego a mi casa, igual que lo hace cualquier laburante, me doy una ducha y sólo quiero comer algo rico y descansar. Nada más.
-¿De qué modo te acompaña Jorge? ¿Te da consejos?
-Él me da mucha tranquilidad. Soy muy exigente y él me ayuda a relajar. "Tranquila, tranquila, hay solución, esto se puede hacer de esta otra manera", y ahí bajo dos cambios. Yo me acelero enseguida, me tensiono, pienso que hice algo mal... Por ahí salió todo perfecto pero siento que no llevé los zapatos correctos y me empiezo a cuestionar, me hago malasangre por tonteras y él me tranquiliza.
-¿Y vos a él?
-Cuando él está mal, sé que todo lo soluciono con un mimo. A veces el silencio es mejor que estar ahí hablando y hablando, entonces voy por un abrazo, un cariño y enseguida se le pasa.
-Sos la encargada de cerrar el desfile. ¿Vas de novia?
Y... algo así. Pero, con el estilo que tiene Verónica de la Canal, es una novia distinta, medio renacentista.
-Pero vos seguís soñando con el vestido blanco, ¿no?
-Sí, obvio. Es algo que está pendiente... Por eso, cuando llegue al casamiento no voy a usar un vestido blanco, sino tres o cuatro (risas).
-¿Proyectos para este año?
-¡Un montón! Más que nada relacionado con el modelaje, tengo muchas campañas por suerte.
-Y algún viajecito, seguramente.
-Sí, nos encanta viajar, probablemente el próximo lo hagamos con las nenas.
-¿Algún lugar en mente?
-Si pudiera elegir, me gustaría volver a Roma. Amé Roma. Viviría allá, con eso te digo todo.
-Con Karina Jelinek, ¿tuviste la oportunidad de conversar después de lo que pasó con su marido, Leo Fariña?
-No, nada. Siempre tuvimos buena relación laboral, pero nunca nos llamamos por teléfono ni nada. A mí me cae muy bien Karina, espero que esté bien. Me parece que no tiene nada que ver con lo que hace el marido y que hay que saber separar las cosas. Es como me pasa con Jorge: él es el ogro, el malo, el fuerte y yo soy la dulce. No soy igual a Jorge. A veces invertimos los roles pero por un ratito nomás (risas).
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