Rial, Estoy enamorado y tengo derecho a ser feliz.
Rial, Estoy enamorado y tengo derecho a ser feliz.
Por primera vez en un medio gráfico, el Intruso cuenta toda su verdad: “Estoy feliz. Solo aproveché que la vida me tiró un centro y tenía ganas de cabecearlo”, Además, desmiente rumores de embarazo: “Eso es una pavada de algunos”, Y alaba a Mariana Antoniale, su nueva novia: “Es un pedazo de mina, Ella me enseñó a encontrarla”, Lluvia de corazones desde Italia….
El viaje que Jorge Rial (50) emprendió con Mariana Antoniale (24) a Venecia y Roma, dos de las ciudades más bellas de Italia, provocó una gran polvareda en los medios. No era un hecho que pudiera pasar inadvertido. Y por eso Paparazzi, con sus mejores periodistas, fue la única revista que viajó a Europa para tener el primer testimonio de una historia de amor que recién comienza.
Y tal como el propio Rial solicitó, esta vez me puse el traje para la ocasión y lo entrevisté como periodista, olvidándome del amigo que me siento: “Es con el único que ahora me animo a hablar de este tema... Más adelante veremos”, comenzó, en esta entrevista exclusiva.
–Mucha gente está hablando de tu relación con Loly, ¿qué tenés que decirles a todos ellos?
–Nada, puntualmente. Yo tengo claro como es mi vida, los que tratan de explicarse son los demás. Mi historia la tengo clara y Mariana también.
–¿Cómo y cuándo se descubrieron?
–Con Mariana nos encontramos en Mar del Plata, cuando estuve con Moria Casán en el teatro Tronador, en enero último. En ese viaje fui a hacer una fotos en una playa y ahí estaba ella. Nos pusimos a hablar, me reí bastante y le pedí el pin de su Blackberry… Pero después no le mandé nada, ni establecí ninguna comunicación.
–¿Para qué se lo pediste entonces?
–Para tenerlo, una cuestión zonza del periodista que siempre quiere tener todos los teléfonos y los pines. Yo, en ese momento, estaba tratando de adaptarme a mi nueva condición de hombre divorciado y no tenía ganas de nada.
–¿Cuándo reaparece Mariana en tu vida?
–En marzo me fui a Miami solo, y ahí sí se me ocurrió mandarle un mensaje. Y ella me contestó: “¿Qué pasa? ¿Estás aburrido?”. Nos mandamos algunos mensajitos rápidos más y quedó ahí. Pero a mí me había picado el bichito.
Y tal como el propio Rial solicitó, esta vez me puse el traje para la ocasión y lo entrevisté como periodista, olvidándome del amigo que me siento: “Es con el único que ahora me animo a hablar de este tema... Más adelante veremos”, comenzó, en esta entrevista exclusiva.
–Mucha gente está hablando de tu relación con Loly, ¿qué tenés que decirles a todos ellos?
–Nada, puntualmente. Yo tengo claro como es mi vida, los que tratan de explicarse son los demás. Mi historia la tengo clara y Mariana también.
–¿Cómo y cuándo se descubrieron?
–Con Mariana nos encontramos en Mar del Plata, cuando estuve con Moria Casán en el teatro Tronador, en enero último. En ese viaje fui a hacer una fotos en una playa y ahí estaba ella. Nos pusimos a hablar, me reí bastante y le pedí el pin de su Blackberry… Pero después no le mandé nada, ni establecí ninguna comunicación.
–¿Para qué se lo pediste entonces?
–Para tenerlo, una cuestión zonza del periodista que siempre quiere tener todos los teléfonos y los pines. Yo, en ese momento, estaba tratando de adaptarme a mi nueva condición de hombre divorciado y no tenía ganas de nada.
–¿Cuándo reaparece Mariana en tu vida?
–En marzo me fui a Miami solo, y ahí sí se me ocurrió mandarle un mensaje. Y ella me contestó: “¿Qué pasa? ¿Estás aburrido?”. Nos mandamos algunos mensajitos rápidos más y quedó ahí. Pero a mí me había picado el bichito.
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