Brad Pitt, un abonado.
Pitt, un abonado.
Con película y sin boda El actor protagoniza y produce "Killing Them Softly" y negó rumores de casamiento con Jolie.
Brad. |
23/05/12
En lo que ya parece una suscripción anual a la alfombra roja, Brad Pitt llegó otra vez hasta Cannes para presentar un filme que protagoniza y -como en el caso de la Palma de Oro de 2011, El árbol de la vida- también produce. Este año es Killing Them Softly, de Andrew Dominik, el realizador australiano de El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford, un policial negro y violento en el que interpreta a un asesino a sueldo.
Segundo policial violento hollywoodense que dirige un australiano en la competencia (el otro fue Lawless, de John Hillcoat), Killing Them Softly se basa en la novela negra Cogan’s Trade, de George V.
Higgins, escrita en 1974. pero adaptada a la época del colapso económico y la campaña política de Barack Obama. La crisis sirve de fondo constante a este filme de estilo entre "tarantinesco" y setentoso que mezcla largas secuencias de diálogos entre varios personajes del bajo mundo con escenas estilizadas e hiperviolentas de robos, peleas o asesinatos.
Pasa bastante tiempo hasta que Pitt entra en escena. Al principio veremos la planificación y ejecución del robo a una mesa de póker por parte de dos bastante ineptos ladrones. Pitt llega a investigar quiénes son los responsables y a traer a alguien que los liquide, cosa que termina haciendo él mismo.
Un gran elenco (que incluye a James Gandolfini, Ray Liotta y Richard Jenkins) completa los personajes de un filme negro y duro que será recordado por sus violentísimas y musicalizadas escenas de acción en cámara muy, muy lenta.
"De la forma en la que está hecha, creés que estás viendo una película de gángsters, pero en realidad es un filme acerca del mundo actual dijo Pitt, de traje claro y barba candado-. Estos asesinos son duros, gente de negocios. Y los negocios pueden ser así de crueles". Cuando le preguntaron al actor por Angelina Jolie, dijo que ella no iba a venir "porque está muy ocupada" y que "no, no hemos puesto fecha para casarnos, los rumores son falsos".
El otro filme en competencia ayer fue muy bien recibido, pero debería haber estado en una sección no competitiva. Es que The Angel’s Share, de Ken Loach, es una comedia bastante sencilla y algo ñoña, con algunos apuntes sociales típicos, acerca de un joven escocés que zafa de ir a la cárcel y empieza a hacer trabajos comunitarios y, con la gente que conoce allí, termina armando un grupo muy particular de catadores de whiskies.
La película es amable y por momentos bastante graciosa (en otros, no tanto), con un humor más parecido a las comedias británicas tipo Muerte en un funeral que al clásico estilo de Loach, que hace aquí de su cine social el contexto para contar las desventuras de este grupete de perdedores. Le irá mejor en la taquilla, seguramente.
En los premios, difícil.
En lo que ya parece una suscripción anual a la alfombra roja, Brad Pitt llegó otra vez hasta Cannes para presentar un filme que protagoniza y -como en el caso de la Palma de Oro de 2011, El árbol de la vida- también produce. Este año es Killing Them Softly, de Andrew Dominik, el realizador australiano de El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford, un policial negro y violento en el que interpreta a un asesino a sueldo.
Segundo policial violento hollywoodense que dirige un australiano en la competencia (el otro fue Lawless, de John Hillcoat), Killing Them Softly se basa en la novela negra Cogan’s Trade, de George V.
Higgins, escrita en 1974. pero adaptada a la época del colapso económico y la campaña política de Barack Obama. La crisis sirve de fondo constante a este filme de estilo entre "tarantinesco" y setentoso que mezcla largas secuencias de diálogos entre varios personajes del bajo mundo con escenas estilizadas e hiperviolentas de robos, peleas o asesinatos.
Pasa bastante tiempo hasta que Pitt entra en escena. Al principio veremos la planificación y ejecución del robo a una mesa de póker por parte de dos bastante ineptos ladrones. Pitt llega a investigar quiénes son los responsables y a traer a alguien que los liquide, cosa que termina haciendo él mismo.
Un gran elenco (que incluye a James Gandolfini, Ray Liotta y Richard Jenkins) completa los personajes de un filme negro y duro que será recordado por sus violentísimas y musicalizadas escenas de acción en cámara muy, muy lenta.
"De la forma en la que está hecha, creés que estás viendo una película de gángsters, pero en realidad es un filme acerca del mundo actual dijo Pitt, de traje claro y barba candado-. Estos asesinos son duros, gente de negocios. Y los negocios pueden ser así de crueles". Cuando le preguntaron al actor por Angelina Jolie, dijo que ella no iba a venir "porque está muy ocupada" y que "no, no hemos puesto fecha para casarnos, los rumores son falsos".
El otro filme en competencia ayer fue muy bien recibido, pero debería haber estado en una sección no competitiva. Es que The Angel’s Share, de Ken Loach, es una comedia bastante sencilla y algo ñoña, con algunos apuntes sociales típicos, acerca de un joven escocés que zafa de ir a la cárcel y empieza a hacer trabajos comunitarios y, con la gente que conoce allí, termina armando un grupo muy particular de catadores de whiskies.
La película es amable y por momentos bastante graciosa (en otros, no tanto), con un humor más parecido a las comedias británicas tipo Muerte en un funeral que al clásico estilo de Loach, que hace aquí de su cine social el contexto para contar las desventuras de este grupete de perdedores. Le irá mejor en la taquilla, seguramente.
En los premios, difícil.
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