Obama hizo un planteo por las trabas a las importaciones.
Obama hizo un planteo por las trabas a las importaciones.
Las restricciones al comercio fueron ejes del encuentro. Los presidentes acordaron abrir una vía de negociación para discutir las diferencias comerciales entre los dos países. El Gobierno dijo que “no hubo ninguna exigencia” de Washington.
15/04/12
En medio de muchos interrogantes acerca de cuál sería el mensaje del estadounidense, Cristina Kirchner y Barack Obama se reunieron ayer durante media hora, en el marco de la VI Cumbre de las Américas que tiene lugar en esta ciudad. Como se preveía, los temas comerciales estuvieron en primer orden. Y así lo admitió el canciller Héctor Timerman, quien informó sobre la reunión, aunque buscando matizar el tenor del diálogo: “Aunque puedan existir pequeñas diferencias comerciales, de ninguna manera serán el centro de las relaciones entre los dos países”, dijo que fue el mensaje de Obama.
A última hora, la Casa Blanca dio a conocer su versión sobre el encuentro. Un comunicado reiteró el interés de Washington en seguir trabajando en temas de interés común aunque reiteró su “preocupación en relación con ciertos temas comerciales” de la relación.
El comunicado destacó el interés en hacer foco en “una agenda positiva” con la Argentina.
Los presidentes, según el relato que hizo el canciller a la prensa argentina en una especie de quincho del Centro de Convenciones donde se desarrolla la Cumbre, acordaron “trabajar juntos para estrechar los vínculos. Sigamos manteniendo este diálogo directo entre nosotros”, le dijo Obama, según contó.
Quedó flotando el interrogante de si el secretario Guillermo Moreno o la secretaria de Comercio Exterior, Beatriz Paglieri, se reunirán con su par de EE.UU., ya que ambos presidentes acordaron que los temas de la relación de comercio “sólo serán analizadas por los expertos por indicaciones de los dos presidentes y que los titulares de las relaciones comerciales se van a reunir para ver las diferencias que pueda haber y trabajar en esos temas”, dijo Timerman.
“Presidenta, esto es on the record , que conste: si algún periodista le pregunta sobre el contenido de nuestro diálogo, dígale que no se planteó ninguna exigencia sobre ningún tema”, dijo también Obama. Timerman especificó luego que por “pequeñas diferencias comerciales” entendía todas las cuestiones relativas a “comercio, déficit, balanza comercial, solución de conflictos que pueda haber”.
Ante una consulta de Clarín , el canciller aseguró que “no se mencionó” la queja que hizo EE.UU. ante la OMC, junto a 40 países por las restricciones comerciales que aplica la Argentina.
La reunión, que fue pedida por Obama en forma sorpresiva, incomodó al Gobierno argentino, ya que se dio luego de esa queja ante la OMC, y después también de que Obama anunciara la eliminación de beneficios arancelarios para las exportaciones argentinas, por incumplir dos fallos del CIADI.
Timerman contó que Cristina planteó seguir trabajando en temas científicos, nucleares y del G-20. Y planteó un argumento que viene usando ante las acusaciones de proteccionismo: que la Argentina era uno de los países del G-20 cuyas importaciones más habían crecido estos años.
De la reunión participaron Timerman, el secretario Legal Carlos Zannini, y junto a Obama la secretario de Estado Hillary Clinton, y el asesor Dan Restrepo. Además de los respectivos intérpretes.
Cristina y Obama cumplieron con dar su discurso en la sesión plenaria de la cumbre, y después quedaron liberados para la reunión bilateral, que arrancó ya pasadas las cinco y media de la tarde de aquí (dos horas más en la Argentina), y se extendió por veinte minutos.
Cristina había salido al mediodía desde el Hotel de las Américas, hacia el Centro de Convenciones. “¡Dejá que me reúna y te cuento!”, contestó sin dejar de caminar, rodeada por secretarios y asistentes personales, cuando se le preguntó por la cita con Obama.
En la inauguración de la Cumbre, los jefes de Estado se ubicaron en dos filas de sillas por riguroso orden alfabético. Cristina -de las primeras por la “A” de Argentina- quedó bastante a la derecha, mientras que Obama quedó beneficiado en el centro. Después para las deliberaciones, los mandatarios se mudaron a un gran salón con una enorme mesa redonda donde hicieron sus discursos a puertas cerradas, en una cumbre caliente marcada por las diferencias respecto a la discriminación a Cuba y la falta de un documento final.
En medio de muchos interrogantes acerca de cuál sería el mensaje del estadounidense, Cristina Kirchner y Barack Obama se reunieron ayer durante media hora, en el marco de la VI Cumbre de las Américas que tiene lugar en esta ciudad. Como se preveía, los temas comerciales estuvieron en primer orden. Y así lo admitió el canciller Héctor Timerman, quien informó sobre la reunión, aunque buscando matizar el tenor del diálogo: “Aunque puedan existir pequeñas diferencias comerciales, de ninguna manera serán el centro de las relaciones entre los dos países”, dijo que fue el mensaje de Obama.
A última hora, la Casa Blanca dio a conocer su versión sobre el encuentro. Un comunicado reiteró el interés de Washington en seguir trabajando en temas de interés común aunque reiteró su “preocupación en relación con ciertos temas comerciales” de la relación.
El comunicado destacó el interés en hacer foco en “una agenda positiva” con la Argentina.
Los presidentes, según el relato que hizo el canciller a la prensa argentina en una especie de quincho del Centro de Convenciones donde se desarrolla la Cumbre, acordaron “trabajar juntos para estrechar los vínculos. Sigamos manteniendo este diálogo directo entre nosotros”, le dijo Obama, según contó.
Quedó flotando el interrogante de si el secretario Guillermo Moreno o la secretaria de Comercio Exterior, Beatriz Paglieri, se reunirán con su par de EE.UU., ya que ambos presidentes acordaron que los temas de la relación de comercio “sólo serán analizadas por los expertos por indicaciones de los dos presidentes y que los titulares de las relaciones comerciales se van a reunir para ver las diferencias que pueda haber y trabajar en esos temas”, dijo Timerman.
“Presidenta, esto es on the record , que conste: si algún periodista le pregunta sobre el contenido de nuestro diálogo, dígale que no se planteó ninguna exigencia sobre ningún tema”, dijo también Obama. Timerman especificó luego que por “pequeñas diferencias comerciales” entendía todas las cuestiones relativas a “comercio, déficit, balanza comercial, solución de conflictos que pueda haber”.
Ante una consulta de Clarín , el canciller aseguró que “no se mencionó” la queja que hizo EE.UU. ante la OMC, junto a 40 países por las restricciones comerciales que aplica la Argentina.
La reunión, que fue pedida por Obama en forma sorpresiva, incomodó al Gobierno argentino, ya que se dio luego de esa queja ante la OMC, y después también de que Obama anunciara la eliminación de beneficios arancelarios para las exportaciones argentinas, por incumplir dos fallos del CIADI.
Timerman contó que Cristina planteó seguir trabajando en temas científicos, nucleares y del G-20. Y planteó un argumento que viene usando ante las acusaciones de proteccionismo: que la Argentina era uno de los países del G-20 cuyas importaciones más habían crecido estos años.
De la reunión participaron Timerman, el secretario Legal Carlos Zannini, y junto a Obama la secretario de Estado Hillary Clinton, y el asesor Dan Restrepo. Además de los respectivos intérpretes.
Cristina y Obama cumplieron con dar su discurso en la sesión plenaria de la cumbre, y después quedaron liberados para la reunión bilateral, que arrancó ya pasadas las cinco y media de la tarde de aquí (dos horas más en la Argentina), y se extendió por veinte minutos.
Cristina había salido al mediodía desde el Hotel de las Américas, hacia el Centro de Convenciones. “¡Dejá que me reúna y te cuento!”, contestó sin dejar de caminar, rodeada por secretarios y asistentes personales, cuando se le preguntó por la cita con Obama.
En la inauguración de la Cumbre, los jefes de Estado se ubicaron en dos filas de sillas por riguroso orden alfabético. Cristina -de las primeras por la “A” de Argentina- quedó bastante a la derecha, mientras que Obama quedó beneficiado en el centro. Después para las deliberaciones, los mandatarios se mudaron a un gran salón con una enorme mesa redonda donde hicieron sus discursos a puertas cerradas, en una cumbre caliente marcada por las diferencias respecto a la discriminación a Cuba y la falta de un documento final.
No hay comentarios.: