Lo que dejó el temporal.
Llevará días devolverles la luz a todos los barrios afectados.
Según el Gobierno, quedaban 100 mil abonados sin energía. El trabajo es enorme porque cayeron 10 mil postes entre el Sur y el Oeste. Ayer siguieron los cortes y protestas de vecinos por la poca ayuda. Desastre tras la tormenta del miércoles.
A tres días del trágico temporal que el miércoles dejó 17 muertos y heridos, las soluciones se demoran y la preocupación de los vecinos crece. En muchos barrios siguen sin agua y sin luz, y están aislados. No pueden ver televisión ni escuchar la radio, hay teléfonos de línea que no funcionan y celulares que se quedan sin batería. Hay incidentes, los robos, los rumores de saqueo y muchos prefieren no salir de su casa por temor.
El panorama no es alentador. Distintos funcionarios repiten que se trata de un desastre histórico que impactó en una enorme área que va desde los partidos de Merlo, Moreno, Morón e Ituzaingó en el oeste, pasa en forma de arco por los barrios del sur de la Ciudad de Buenos Aires y sigue por Avellaneda, Lomas de Zamora, Almirante Brown, Quilmes y Berazategui hasta La Plata.
En declaraciones a C5N, el subsecretario de Coordinación del Ministerio de Planificación de la Nación, Roberto Baratta, aseguró que de los 100 mil abonados que quedaban sin luz, el 90% recuperará el servicio en las próximas 24 horas . Pero otras fuentes de los comités de crisis estiman que en habrá casos que llevará al menos una semana restituir la luz.
Ayer siguieron los cortes y las protestas de los vecinos. Hubo piquetes en kilómetro 25 de la ruta 3, la General Paz y avenida de los Corrales sentido Riachuelo y también en la bajada Wilde-Avellaneda del Acceso Sudeste. Y manifestaciones tanto en Ituzaingó como en González Catán. De todos modos, fueron menos que el viernes .
Y de a poco empieza a llegar la ayuda a través del Consejo de Emergencias de la Provincia, que ya reunió 7.000 chapas con aportes de los gobiernos bonaerense y nacional. Entregaron 1.500 chapas, 1.500 clavaderas y 1.300 colchones en Ensenada; 250 chapas en Lanús; 30 chapas, 30 pares de botas y 30 paquetes de pañales en Berazategui; llevaron cuatro camiones cisterna a Ituzaingó; a Merlo, cinco camiones cisterna de 15 mil litros cada uno; y otros diez a Moreno, entre otras cosas.
El viernes, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner había ordenado la intervención de las Fuerzas Armadas. Ayer, el gobernador bonaerense Daniel Scioli dio instrucciones para que la situación se normalice “en el menor tiempo posible”. Y le pidió “tranquilidad” a la gente. Organizaciones como Red Solidaria y Un Techo para mi país y agrupaciones sociales de la mayoría de los barrios juntan colchones, ropa, frazadas, velas y alimentos no perecederos para colaborar con los damnificados .
Las empresas de electricidad continúan trabajando en el restablecimiento del servicio, además de poner a disposición grupos electrógenos en lugares sensibles como hospitales o centros de distribución de agua, o de repartirla entre la gente. Pero no es una tarea sencilla: cayeron 10 mil postes en total en el Conurbano y con ellos se llevaron el cableado. Se trabaja aislando las fallas de las líneas, o sea las cuadras donde todo quedó en el piso, de otras que quedaron en pie para poder abastecerlas con energía. Por eso es que cada día hay menos gente sin luz.
Desde el comité de crisis provincial informaron que al día de ayer, en Quilmes y Ensenada se había normalizado el suministro eléctrico al 80%; en General Rodríguez y Lanús, al 70%; en Moreno, Berisso, Ituzaingó al 60%; en Florencio Varela y Berazategui, al 50%; y en Merlo, al 40%. En Lomas de Zamora quedaban al menos 400 manzanas sin luz.
Los testimonios se repiten en La Matanza o Almirante Brown. Los vecinos cuentan que se sienten aislados , que nadie les da explicaciones, que no saben qué va a pasar. “¿Usted no sabe cuándo me van a volver a dar luz? Sólo tengo teléfono y gas. No salgo de mi casa porque tengo miedo. El lunes tengo que ir a trabajar y no sé cómo voy a hacer”, dice Daniela, de Laferrere. Alicia, de Quilmes Oeste, pide ayuda porque en su cuadra hay un poste inclinado a 45 grados con una chapa de 5 metros en la punta. “Vivo en Quilmes Oeste. En la calle 391, entre Tucumán y Malvinas. Estoy llamando a bomberos y Defensa Civil y me dicen que están colapsados. No vino nadie. En cuanto oscurece todos se encierran porque hay robos. Anoche escuchamos un tiroteo”, repasa.
En Merlo y Moreno, árboles y ramas siguen acumulados en las veredas . Ante la desesperación, hay gente que los prende fuego y eso genera más riesgo porque las instalaciones de gas y de luz todavía no funcionan con normalidad. “Ahora pusieron una cisterna, pero no alcanzó para nosotros y tuvimos que ir a buscar agua a 20 cuadras. Los que tienen generadores se aprovechan y venden el bidón a $ 5, que es mucho para los que no tienen nada. Por eso hay gente que está sacando del arroyo Salguero. Lo que viene después es la epidemia, no queda otra”, contó una vecina de Merlo Oeste que pidió no ser identificada.
En la Ciudad, la mayor problemática se concentra en los barrios de Mataderos y Caballito, los más afectados por el temporal. Hay cientos de árboles caídos y muros que necesitan apuntalamiento. El suministro eléctrico no se vio afectado porque a diferencia de lo que sucede en la Provincia, el tendido es subterráneo.
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El panorama no es alentador. Distintos funcionarios repiten que se trata de un desastre histórico que impactó en una enorme área que va desde los partidos de Merlo, Moreno, Morón e Ituzaingó en el oeste, pasa en forma de arco por los barrios del sur de la Ciudad de Buenos Aires y sigue por Avellaneda, Lomas de Zamora, Almirante Brown, Quilmes y Berazategui hasta La Plata.
En declaraciones a C5N, el subsecretario de Coordinación del Ministerio de Planificación de la Nación, Roberto Baratta, aseguró que de los 100 mil abonados que quedaban sin luz, el 90% recuperará el servicio en las próximas 24 horas . Pero otras fuentes de los comités de crisis estiman que en habrá casos que llevará al menos una semana restituir la luz.
Ayer siguieron los cortes y las protestas de los vecinos. Hubo piquetes en kilómetro 25 de la ruta 3, la General Paz y avenida de los Corrales sentido Riachuelo y también en la bajada Wilde-Avellaneda del Acceso Sudeste. Y manifestaciones tanto en Ituzaingó como en González Catán. De todos modos, fueron menos que el viernes .
Y de a poco empieza a llegar la ayuda a través del Consejo de Emergencias de la Provincia, que ya reunió 7.000 chapas con aportes de los gobiernos bonaerense y nacional. Entregaron 1.500 chapas, 1.500 clavaderas y 1.300 colchones en Ensenada; 250 chapas en Lanús; 30 chapas, 30 pares de botas y 30 paquetes de pañales en Berazategui; llevaron cuatro camiones cisterna a Ituzaingó; a Merlo, cinco camiones cisterna de 15 mil litros cada uno; y otros diez a Moreno, entre otras cosas.
El viernes, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner había ordenado la intervención de las Fuerzas Armadas. Ayer, el gobernador bonaerense Daniel Scioli dio instrucciones para que la situación se normalice “en el menor tiempo posible”. Y le pidió “tranquilidad” a la gente. Organizaciones como Red Solidaria y Un Techo para mi país y agrupaciones sociales de la mayoría de los barrios juntan colchones, ropa, frazadas, velas y alimentos no perecederos para colaborar con los damnificados .
Las empresas de electricidad continúan trabajando en el restablecimiento del servicio, además de poner a disposición grupos electrógenos en lugares sensibles como hospitales o centros de distribución de agua, o de repartirla entre la gente. Pero no es una tarea sencilla: cayeron 10 mil postes en total en el Conurbano y con ellos se llevaron el cableado. Se trabaja aislando las fallas de las líneas, o sea las cuadras donde todo quedó en el piso, de otras que quedaron en pie para poder abastecerlas con energía. Por eso es que cada día hay menos gente sin luz.
Desde el comité de crisis provincial informaron que al día de ayer, en Quilmes y Ensenada se había normalizado el suministro eléctrico al 80%; en General Rodríguez y Lanús, al 70%; en Moreno, Berisso, Ituzaingó al 60%; en Florencio Varela y Berazategui, al 50%; y en Merlo, al 40%. En Lomas de Zamora quedaban al menos 400 manzanas sin luz.
Los testimonios se repiten en La Matanza o Almirante Brown. Los vecinos cuentan que se sienten aislados , que nadie les da explicaciones, que no saben qué va a pasar. “¿Usted no sabe cuándo me van a volver a dar luz? Sólo tengo teléfono y gas. No salgo de mi casa porque tengo miedo. El lunes tengo que ir a trabajar y no sé cómo voy a hacer”, dice Daniela, de Laferrere. Alicia, de Quilmes Oeste, pide ayuda porque en su cuadra hay un poste inclinado a 45 grados con una chapa de 5 metros en la punta. “Vivo en Quilmes Oeste. En la calle 391, entre Tucumán y Malvinas. Estoy llamando a bomberos y Defensa Civil y me dicen que están colapsados. No vino nadie. En cuanto oscurece todos se encierran porque hay robos. Anoche escuchamos un tiroteo”, repasa.
En Merlo y Moreno, árboles y ramas siguen acumulados en las veredas . Ante la desesperación, hay gente que los prende fuego y eso genera más riesgo porque las instalaciones de gas y de luz todavía no funcionan con normalidad. “Ahora pusieron una cisterna, pero no alcanzó para nosotros y tuvimos que ir a buscar agua a 20 cuadras. Los que tienen generadores se aprovechan y venden el bidón a $ 5, que es mucho para los que no tienen nada. Por eso hay gente que está sacando del arroyo Salguero. Lo que viene después es la epidemia, no queda otra”, contó una vecina de Merlo Oeste que pidió no ser identificada.
En la Ciudad, la mayor problemática se concentra en los barrios de Mataderos y Caballito, los más afectados por el temporal. Hay cientos de árboles caídos y muros que necesitan apuntalamiento. El suministro eléctrico no se vio afectado porque a diferencia de lo que sucede en la Provincia, el tendido es subterráneo.
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