El primer show de Foo Fighters en la Argentina.
El primer show de Foo Fighters en la Argentina.
El estadio estaba ansioso. La hora anunciada para el arranque ya había pasado, por lo que los primeros acordes podrían sonar en cualquier momento. A las 21:10 apareció la banda y arremetió con “Bridge Burning”, seguramente la canción más feroz de su último álbum, seguido por hits recientes como “Rope” y “The pretender”.
Así comenzó ayer el recital de Foo Fighters, que tocaron ante un River a medio llenar pero enérgico en el marco del Quilmes Rock 2012. Fue el primero de los dos shows que darán enla Argentina y el cierre de la primera fecha del festival, que incluyó en el día de ayer la psicodelia hipster de MGMT y al folk enérgico de Band of Horses.
A lo largo de las más de dos horas y media que duró el show, la banda hizo un recorrido por todos sus discos, con un setlist que alternó entre cortes de su flamante disco “Wasting Light” y sus clásicos más emblemáticos, aquellos que era común ver a toda hora durante la época dorada del rock alternativo de MTV.
El show fue comandado por un Dave Grohl previsiblemente carismático, quien supo comprarse al público desde los primeros riff al prometer que no volvería a tardar tanto la próxima visita. No era su primera vez enla Argentina: a comienzo de la década del '90, se había presentado junto a Kurt Cobain y Krist Novoselic en el estadio de Vélez, en un show que quizás sea más recordado por la reticencia de la banda a tocar su mayor hit, “Smells like teen spirit”, que por entrega de la banda.
Entre los momentos más memorables quedará el “duelo” de guitarras entre Dave y Chris Shiflett, la versión de “In the Flesh” de Pink Floyd (¿un guiño a la reciente visita de Roger Waters?), la presencia de Joan Jett como artista invitada durante el cover de su clásico “Bad reputation” y la balada "I should have known", la canción dedicada al fallecido líder de Nirvana.
No faltaron los hits como “My Hero”, “Learn to fly” y “Times like these”, que hicieron que la energía del público subiera hasta acercarse al delirio (o al nirvana…), así como tampoco “Big me” y “This a call”, temas del álbum debut.
El show cerró con la poderosa y esperada “Everlong” junto con promesas de un pronto retorno al país. Los fanáticos ya están esperando.
Fotos: Nacho Gatto (Mega 98.3) y EFE.
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A lo largo de las más de dos horas y media que duró el show, la banda hizo un recorrido por todos sus discos, con un setlist que alternó entre cortes de su flamante disco “Wasting Light” y sus clásicos más emblemáticos, aquellos que era común ver a toda hora durante la época dorada del rock alternativo de MTV.
El show fue comandado por un Dave Grohl previsiblemente carismático, quien supo comprarse al público desde los primeros riff al prometer que no volvería a tardar tanto la próxima visita. No era su primera vez enla Argentina: a comienzo de la década del '90, se había presentado junto a Kurt Cobain y Krist Novoselic en el estadio de Vélez, en un show que quizás sea más recordado por la reticencia de la banda a tocar su mayor hit, “Smells like teen spirit”, que por entrega de la banda.
Entre los momentos más memorables quedará el “duelo” de guitarras entre Dave y Chris Shiflett, la versión de “In the Flesh” de Pink Floyd (¿un guiño a la reciente visita de Roger Waters?), la presencia de Joan Jett como artista invitada durante el cover de su clásico “Bad reputation” y la balada "I should have known", la canción dedicada al fallecido líder de Nirvana.
No faltaron los hits como “My Hero”, “Learn to fly” y “Times like these”, que hicieron que la energía del público subiera hasta acercarse al delirio (o al nirvana…), así como tampoco “Big me” y “This a call”, temas del álbum debut.
El show cerró con la poderosa y esperada “Everlong” junto con promesas de un pronto retorno al país. Los fanáticos ya están esperando.
Fotos: Nacho Gatto (Mega 98.3) y EFE.
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