El hombre de tu vida 2
Volvió el hombre de tu vida y mantiene su propuesta.
El unitario de Telefe volvió con la misma calidad del año pasado, más un giro en su planteo.
 El hombre de tu vida 2. |
A la televisión argentina le sobran los ejemplos de ‘segundas temporadas’ que huelen a sobremesa de la primera. Que cabalgan sobre el galope anterior sin esforzarse en el intento de hacer algo bueno (o nuevo).
No fue el caso del regreso de El hombre de tu vida (domingo a las 22, por Telefe), que en el arranque de su segundo año demostró que viene dispuesto a revalidar el título de gran programa: el primer capítulo no sólo volvió a hacerse fuerte en la dirección, las actuaciones y el tono elegante de comedia, sino que tuvo en el planteo base -una complicidad entre primos para hacerle creer a un puñado de señoritas que ellos son una eficaz agencia de solos y solas- un giro temático muy interesante.
En cada episodio del año pasado, había un caso principal sobre el que giraba la historia: una mujer que acudía a los servicios de la agencia de Gloria (Mercedes Morán) buscando un compañero para la vida... o para una sola noche. Y ese compañero siempre era Hugo (Guillermo Francella), con nombre de fantasía para potenciar la mentira “piadosa”.
Y Hugo tenía un fiel -fiel en su doble acepción- escucha en el padre Francisco (Luis Brandoni), que esta vez cambió de iglesia. Y había, también, otras cuestiones dando vuelta para condimentar el todo. Pero en su regreso, El hombre... parece haber ajustado el registro de abordar un único tema en diferentes frentes.
El de anteayer fue el de “la virginidad”. Como punta de lanza, la que tenía esa palabra como obsesión era Melisa, el personaje que, en calidad de invitada, llevaba Victoria Almeida. La actriz, a la que ya le queda chico el calificativo de ‘promesa’ (su gran brillo había aparecido en la obra Espejos circulares y es la destinataria de elogios públicos permanentes de parte de Soledad Silveyra), llegaba a la cita con “el pretendiente” en calidad de virgen, a los 28 años. Y quería dejar de serlo para que su novio (Mike Amigorena, también invitado del día) no se riera de ella.
Por otro lado, la virginidad también estuvo -y sigue estando, al menos hasta el capítulo que viene- en Franco (Tupac Larriera), el hijo de Hugo, que estuvo a punto de debutar con una señora a la que debió pagarle, a pesar del fracaso. Y el asunto merodeó en el reencuentro de Gloria y su viejo y primer amor (Jean Pierre Noher), al que reencontró ahora... pero él ya devenido gay.
Con esa estética tan cuidada del director Juan José Campanella (cocreador del ciclo), con esas sutilezas de iluminación que lo vuelven un muy buen programa y no “una especie de película en TV”, como insisten muchos cuando quieren piropear a la televisión, y con la solidez actoral del trío principal (Francella-Morán-Brandoni), El hombre de tu vida no acaba de conseguir 11 nominaciones al Martín Fierro porque sí. Y por lo que se vio el domingo, ya mostró perlitas para ganarse un lugar en la ceremonia del 2013.
No fue el caso del regreso de El hombre de tu vida (domingo a las 22, por Telefe), que en el arranque de su segundo año demostró que viene dispuesto a revalidar el título de gran programa: el primer capítulo no sólo volvió a hacerse fuerte en la dirección, las actuaciones y el tono elegante de comedia, sino que tuvo en el planteo base -una complicidad entre primos para hacerle creer a un puñado de señoritas que ellos son una eficaz agencia de solos y solas- un giro temático muy interesante.
En cada episodio del año pasado, había un caso principal sobre el que giraba la historia: una mujer que acudía a los servicios de la agencia de Gloria (Mercedes Morán) buscando un compañero para la vida... o para una sola noche. Y ese compañero siempre era Hugo (Guillermo Francella), con nombre de fantasía para potenciar la mentira “piadosa”.
Y Hugo tenía un fiel -fiel en su doble acepción- escucha en el padre Francisco (Luis Brandoni), que esta vez cambió de iglesia. Y había, también, otras cuestiones dando vuelta para condimentar el todo. Pero en su regreso, El hombre... parece haber ajustado el registro de abordar un único tema en diferentes frentes.
El de anteayer fue el de “la virginidad”. Como punta de lanza, la que tenía esa palabra como obsesión era Melisa, el personaje que, en calidad de invitada, llevaba Victoria Almeida. La actriz, a la que ya le queda chico el calificativo de ‘promesa’ (su gran brillo había aparecido en la obra Espejos circulares y es la destinataria de elogios públicos permanentes de parte de Soledad Silveyra), llegaba a la cita con “el pretendiente” en calidad de virgen, a los 28 años. Y quería dejar de serlo para que su novio (Mike Amigorena, también invitado del día) no se riera de ella.
Por otro lado, la virginidad también estuvo -y sigue estando, al menos hasta el capítulo que viene- en Franco (Tupac Larriera), el hijo de Hugo, que estuvo a punto de debutar con una señora a la que debió pagarle, a pesar del fracaso. Y el asunto merodeó en el reencuentro de Gloria y su viejo y primer amor (Jean Pierre Noher), al que reencontró ahora... pero él ya devenido gay.
Con esa estética tan cuidada del director Juan José Campanella (cocreador del ciclo), con esas sutilezas de iluminación que lo vuelven un muy buen programa y no “una especie de película en TV”, como insisten muchos cuando quieren piropear a la televisión, y con la solidez actoral del trío principal (Francella-Morán-Brandoni), El hombre de tu vida no acaba de conseguir 11 nominaciones al Martín Fierro porque sí. Y por lo que se vio el domingo, ya mostró perlitas para ganarse un lugar en la ceremonia del 2013.
