Cvitanich: “Si en Holanda ven los goles, van a aumentar el precio...”
Cvitanich: “Si en Holanda ven los goles, van a aumentar el precio...”
Boca y Ajax, dueño de su pase, deben negociar en junio. El goleador ya avisó que se quiere quedar.
A media luz, ya en la madrugada del jueves carioca, el estadio Joao Havelange invita a una fotografía ya. Eso sí, la fuerza de la imagen multiplica su potencia según el protagonista en cuestión. Si el elegido para posar es Darío Cvitanich, el combo resulta ideal.
¡Qué mejor que el 4x4 del gol abriéndole los brazos a la felicidad! ¡Qué mejor que el todoterreno en ataque que Boca goza desde hace casi diez meses! ¡Qué mejor que ese delantero que acaba de descorchar una victoria grandiosa contra Fluminense y en esta híper seductora Río de Janeiro! ¡Qué mejor que uno de los símbolos del sentido colectivo! Ahí está Cvitanich, disparando palabras y sonriendo, combatiendo el apuro porque el vuelo charter de regreso a Buenos Aires en unos minutos partirá. No ha sido una noche más. El lo sabe.
“Fue una linda revancha. Es que en la Bombonera jugamos bien y no se nos dio. Pero nosotros llegamos a Río a ganar, a demostrar que estábamos vivos, a buscar la clasificación y se nos dio todo”, cuenta Darío. Y sigue: “Por la historia a Boca se lo respeta en todos lados. Salimos a jugar, a respetar el estilo nuestro, a saber qué teníamos que hacer. Por eso esto nos pone muy contentos”.
¿El equipo volvió a tener la fisonomía del que fue campeón? Sí, volvimos a mostrar solidez, pero hay cosas para corregir.
Todos corrieron para achicar espacios. Hubo una entrega conmovedora. Por ejemplo, vos y Silva, los delanteros, no pararon de marcar y de dar una mano. ¿Disfrutan más ganando así? El desgaste fue enorme. A uno le da orgullo ver a los compañeros correr de esa forma, meter con esas ganas y uno no puede ser menos. Recién hablábamos con el Tanque (Silva) y los dos estamos igual: nos duele la vida. Pero mientras estos esfuerzos sirvan para ganar, vale la pena salir todo golpeado. Nosotros sabemos que si corremos todos, la historia es muy distinta a que si por ahí uno deja de correr o presionar. La única manera de no recriminarse nada es salir de la cancha agotado como terminamos todos anoche.
¿Hay una química especial con Silva? Nos entendemos bien. El Tanque se encarga de ir a todas arriba y yo voy a la segunda jugada. Los dos tenemos una forma de jugar parecida, él va a todas y yo voy a todas, pensando que una me va a quedar. Y cuando queda hay que empujarla nada más.
¿Cómo se frena la ilusión de la gente con la Copa? Nosotros sabemos que tenemos que ir partido por partido. La verdad que la ilusión es de todos. Pero también es cierto que ahora, en octavos, empieza otra historia.
Igual, algo se te debe acelerar el pulso cuando se logran victorias como la que consiguieron anoche.
Sí, claro. Y ojalá que podamos estar festejando en el final. Pero desde ahora ya cambiamos el chip y pensamos en el campeonato y en Tigre, el rival del domingo.
Más allá de todo, no podés negar que contra el Zamora, van a llegar relajados.
Noooo, uno nunca se puede relajar con esta camiseta. Queremos ganar siempre. Y por ahí Arsenal nos da una mano en la última fecha, le gana a Fluminense, nosotros a Zamora y podemos ser primeros del grupo. Eso sería valioso porque nos permitiría definir de local las series mano a mano.
Darío, después de varias lesiones poder convertir en estas situaciones y con continuidad, ¿es especial? Se disfruta, porque en los malos momentos se la pasa mal, pero son obstáculos que hay que superar. Por eso yo le pongo mucho esfuerzo.
Con los goles que estás convirtiendo, ¿se agranda tu deseo de continuar a partir de junio, cuando vence el préstamo? Ojalá pueda seguir, es la idea. Cuando llegue el momento se hablará de la situación. Boca y Ajax saben qué quiero y ya dije que si tengo que viajar para negociar lo hago sin problemas. Mientras tanto, trato de hacer las cosas bien en la cancha, que es donde tiene que hablar el jugador. Claro que si en Holanda ven los goles, van a aumentar el precio, ja ja ja...
¡Qué mejor que el 4x4 del gol abriéndole los brazos a la felicidad! ¡Qué mejor que el todoterreno en ataque que Boca goza desde hace casi diez meses! ¡Qué mejor que ese delantero que acaba de descorchar una victoria grandiosa contra Fluminense y en esta híper seductora Río de Janeiro! ¡Qué mejor que uno de los símbolos del sentido colectivo! Ahí está Cvitanich, disparando palabras y sonriendo, combatiendo el apuro porque el vuelo charter de regreso a Buenos Aires en unos minutos partirá. No ha sido una noche más. El lo sabe.
“Fue una linda revancha. Es que en la Bombonera jugamos bien y no se nos dio. Pero nosotros llegamos a Río a ganar, a demostrar que estábamos vivos, a buscar la clasificación y se nos dio todo”, cuenta Darío. Y sigue: “Por la historia a Boca se lo respeta en todos lados. Salimos a jugar, a respetar el estilo nuestro, a saber qué teníamos que hacer. Por eso esto nos pone muy contentos”.
¿El equipo volvió a tener la fisonomía del que fue campeón? Sí, volvimos a mostrar solidez, pero hay cosas para corregir.
Todos corrieron para achicar espacios. Hubo una entrega conmovedora. Por ejemplo, vos y Silva, los delanteros, no pararon de marcar y de dar una mano. ¿Disfrutan más ganando así? El desgaste fue enorme. A uno le da orgullo ver a los compañeros correr de esa forma, meter con esas ganas y uno no puede ser menos. Recién hablábamos con el Tanque (Silva) y los dos estamos igual: nos duele la vida. Pero mientras estos esfuerzos sirvan para ganar, vale la pena salir todo golpeado. Nosotros sabemos que si corremos todos, la historia es muy distinta a que si por ahí uno deja de correr o presionar. La única manera de no recriminarse nada es salir de la cancha agotado como terminamos todos anoche.
¿Hay una química especial con Silva? Nos entendemos bien. El Tanque se encarga de ir a todas arriba y yo voy a la segunda jugada. Los dos tenemos una forma de jugar parecida, él va a todas y yo voy a todas, pensando que una me va a quedar. Y cuando queda hay que empujarla nada más.
¿Cómo se frena la ilusión de la gente con la Copa? Nosotros sabemos que tenemos que ir partido por partido. La verdad que la ilusión es de todos. Pero también es cierto que ahora, en octavos, empieza otra historia.
Igual, algo se te debe acelerar el pulso cuando se logran victorias como la que consiguieron anoche.
Sí, claro. Y ojalá que podamos estar festejando en el final. Pero desde ahora ya cambiamos el chip y pensamos en el campeonato y en Tigre, el rival del domingo.
Más allá de todo, no podés negar que contra el Zamora, van a llegar relajados.
Noooo, uno nunca se puede relajar con esta camiseta. Queremos ganar siempre. Y por ahí Arsenal nos da una mano en la última fecha, le gana a Fluminense, nosotros a Zamora y podemos ser primeros del grupo. Eso sería valioso porque nos permitiría definir de local las series mano a mano.
Darío, después de varias lesiones poder convertir en estas situaciones y con continuidad, ¿es especial? Se disfruta, porque en los malos momentos se la pasa mal, pero son obstáculos que hay que superar. Por eso yo le pongo mucho esfuerzo.
Con los goles que estás convirtiendo, ¿se agranda tu deseo de continuar a partir de junio, cuando vence el préstamo? Ojalá pueda seguir, es la idea. Cuando llegue el momento se hablará de la situación. Boca y Ajax saben qué quiero y ya dije que si tengo que viajar para negociar lo hago sin problemas. Mientras tanto, trato de hacer las cosas bien en la cancha, que es donde tiene que hablar el jugador. Claro que si en Holanda ven los goles, van a aumentar el precio, ja ja ja...
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