El socio de Boudou pidió que aparten al fiscal.
Ciccone: el socio de Boudou pidió que se aparte al fiscal.
José Núñez Carmona, amigo y socio del vicepresidente, recusó al fiscal Rívolo y dijo que es una presencia “nociva” para el expediente. Su abogado lo acusó de filtrar a la prensa el allanamiento a un departamento de Boudou en Puerto Madero.
12/04/12
José María Núñez Carmona, el amigo y socio de Amado Boudou, recusó ayer al fiscal de la causa Ciccone, Carlos Rívolo, y pidió su apartamiento de ese expediente. Su abogado, Diego Pirota, responsabilizó a Rívolo de haber filtrado a la prensa el allanamiento realizado la semana pasada en el departamento propiedad de Boudou en la Torre River View de Puerto Madero.
“Desconocer que los medios supieran la existencia de un departamento en el edificio de la calle Juana Manso, de Puerto Madero, que pudiera eventualmente ser objeto de una pesquisa judicial es subestimar la inteligencia de cualquier ciudadano que ha seguido las publicaciones hechas por todos los diarios”, expresó el fiscal en un escrito presentado ayer en la causa, según dijeron fuentes judiciales.
Pirota le dijo a Clarín que el fiscal no tuvo “objetividad” en el manejo de la causa delegada a él por el juez Daniel Rafecas y que “manipuló prueba”. Rívolo, respetado en el ambiente judicial, fue quien había pedido a Rafecas la realización de los allanamientos que se hicieron en la causa.
El último de ellos detonó la ira del vicepresidente, quien salió al día siguiente a responder públicamente y hasta provocar la renuncia del procurador general de la Nación, Esteban Righi, a quien también había apuntado en su denuncia pública.
En ese último allanamiento se descubrió que el contacto con la administración del edificio por el departamento que supuestamente Boudou le alquilaba a Fabián Carosso Donatiello era justamente Alejandro Vandenbroele, a quien el vicepresidente negó sistemáticamente conocer.
Vandenbroele -que también pagó expensas- es el director del misterioso fondo de inversión que ahora controla a la ex Ciccone y la sacó de la quiebra hace un año y medio. Ciccone ahora será contratada por el Estado por US$ 50 millones para la impresión de papel moneda.
“Entendemos que este fiscal se torna una persona nociva para el trámite del expediente. Está valorando la prueba de una manera contraria al Código y está direccionando la causa de una manera determinada”, dijo Pirota al canal CN23.
Rívolo deberá presentarse ahora a una audiencia que deberá convocar el juez de la causa, Rafecas, para dirimir la cuestión y en la que también estará el abogado de Núñez Carmona.
“Los miembros del Ministerio Público deberán inhibirse y podrán ser recusados por los mismos motivos establecidos respecto de los jueces. La recusación, lo mismo que las cuestiones de inhibición, serán resueltas en juicio oral y sumario por el juez o tribunal ante el cual actúa el funcionario recusado”, dice el artículo 71 del Código de Procedimiento Penal.
Ayer circulaban versiones sobre que lo que decida Rafecas será inapelable. De la lectura de ese artículo del código no se dice nada al respecto, pero fuentes judiciales dijeron a Clarín que lo que decida Rafecas sobre la recusación del fiscal puede ser apelado y revisado por un tribunal superior.
Rafecas atraviesa una situación delicada en el Consejo de la Magistratura, donde el kirchnerismo lo acorraló con una maniobra al presentar una denuncia en su contra e inmediatamente después, sin hacer uso del procedimiento formal, tomarle declaración a otro abogado de Núñez Carmona que reveló contactos vía chat que mantuvo con el magistrado sobre la causa.
El propio Rívolo descartó ayer recusar él mismo a Rafecas. “Tengo muy en claro que a lo largo del escaso tiempo que lleva en curso esta investigación jamás se ha visto impedido el normal ejercicio de la magistratura como tampoco mi labor como fiscal en el impulso de la acción penal, que es de lo que se trata mi función”, expresó el fiscal en el escrito presentado ayer en la causa.
José María Núñez Carmona, el amigo y socio de Amado Boudou, recusó ayer al fiscal de la causa Ciccone, Carlos Rívolo, y pidió su apartamiento de ese expediente. Su abogado, Diego Pirota, responsabilizó a Rívolo de haber filtrado a la prensa el allanamiento realizado la semana pasada en el departamento propiedad de Boudou en la Torre River View de Puerto Madero.
“Desconocer que los medios supieran la existencia de un departamento en el edificio de la calle Juana Manso, de Puerto Madero, que pudiera eventualmente ser objeto de una pesquisa judicial es subestimar la inteligencia de cualquier ciudadano que ha seguido las publicaciones hechas por todos los diarios”, expresó el fiscal en un escrito presentado ayer en la causa, según dijeron fuentes judiciales.
Pirota le dijo a Clarín que el fiscal no tuvo “objetividad” en el manejo de la causa delegada a él por el juez Daniel Rafecas y que “manipuló prueba”. Rívolo, respetado en el ambiente judicial, fue quien había pedido a Rafecas la realización de los allanamientos que se hicieron en la causa.
El último de ellos detonó la ira del vicepresidente, quien salió al día siguiente a responder públicamente y hasta provocar la renuncia del procurador general de la Nación, Esteban Righi, a quien también había apuntado en su denuncia pública.
En ese último allanamiento se descubrió que el contacto con la administración del edificio por el departamento que supuestamente Boudou le alquilaba a Fabián Carosso Donatiello era justamente Alejandro Vandenbroele, a quien el vicepresidente negó sistemáticamente conocer.
Vandenbroele -que también pagó expensas- es el director del misterioso fondo de inversión que ahora controla a la ex Ciccone y la sacó de la quiebra hace un año y medio. Ciccone ahora será contratada por el Estado por US$ 50 millones para la impresión de papel moneda.
“Entendemos que este fiscal se torna una persona nociva para el trámite del expediente. Está valorando la prueba de una manera contraria al Código y está direccionando la causa de una manera determinada”, dijo Pirota al canal CN23.
Rívolo deberá presentarse ahora a una audiencia que deberá convocar el juez de la causa, Rafecas, para dirimir la cuestión y en la que también estará el abogado de Núñez Carmona.
“Los miembros del Ministerio Público deberán inhibirse y podrán ser recusados por los mismos motivos establecidos respecto de los jueces. La recusación, lo mismo que las cuestiones de inhibición, serán resueltas en juicio oral y sumario por el juez o tribunal ante el cual actúa el funcionario recusado”, dice el artículo 71 del Código de Procedimiento Penal.
Ayer circulaban versiones sobre que lo que decida Rafecas será inapelable. De la lectura de ese artículo del código no se dice nada al respecto, pero fuentes judiciales dijeron a Clarín que lo que decida Rafecas sobre la recusación del fiscal puede ser apelado y revisado por un tribunal superior.
Rafecas atraviesa una situación delicada en el Consejo de la Magistratura, donde el kirchnerismo lo acorraló con una maniobra al presentar una denuncia en su contra e inmediatamente después, sin hacer uso del procedimiento formal, tomarle declaración a otro abogado de Núñez Carmona que reveló contactos vía chat que mantuvo con el magistrado sobre la causa.
El propio Rívolo descartó ayer recusar él mismo a Rafecas. “Tengo muy en claro que a lo largo del escaso tiempo que lleva en curso esta investigación jamás se ha visto impedido el normal ejercicio de la magistratura como tampoco mi labor como fiscal en el impulso de la acción penal, que es de lo que se trata mi función”, expresó el fiscal en el escrito presentado ayer en la causa.
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