Chaco: la beba que fue dada por muerta ya toma leche materna.
“Se esfuerza menos para respirar”, contó ayer su mamá, luego de tenerla en brazos.
La beba chaqueña que fue dada por muerta por los médicos que la atendieron al nacer se alimentó por primera vez con leche de su madre, algo que emocionó a los padres de la criatura y avivó la esperanza de que Luz Milagros Verón gane la durísima batalla que pelea con asombrosa resistencia desde hace doce días.
15/04/12
Fue la segunda vez que Analía Bouter pudo tener a su hija en brazos. La primera había sido en la noche del 3 de abril, cuando acudió a la morgue del Hospital Perrando para mirar por primera y última vez a ese bebé que había llevado seis meses en el vientre y que doce horas antes, tras el parto, los médicos dieron por fallecido. La criatura, que había sido colocada dentro de un cajón de madera guardado en una heladera a bajas temperaturas, comenzó a moverse. Estaba viva.
“Fue algo muy emocionante, la pude alimentar con mi leche, si bien a través de una sonda, y así va a ser cada seis horas. Sentí que al alzarla ella sabía que era yo”, contó Analía.
La recomendación de que Luz comenzara a ser alimentada con la leche materna habría sido planteada a los médicos por el especialista que llegó desde Buenos Aires a Resistencia por gestiones del Ministerio de Salud del Chaco. Es Carlos Fustiñana, jefe de cuidados intensivos neonatales del Hospital Italiano, quien no arriesgó pronósticos sobre la evolución de la beba. “Los terapistas hablamos de aquí al día siguiente”, planteó.
Los partes oficiales que suministra el Hospital Perrando hablaron a partir del jueves de un “alto riesgo de muerte”. El viernes se informó además de un paro cardiorrespiratorio que se pudo superar con un intenso operativo de reanimación. El cuadro se complicó con hemorragias pulmonares y digestivas, y un proceso infeccioso.
El informe de ayer fue el más escueto de la semana: “La paciente continúa en crítico estado pero estable, sin variantes con respecto al día anterior. Con ventilación mecánica asistida, con drogas inotrópicas para mantenerse hemodinámicamente compensada, bajo tratamiento de antibiótico por cuadro de sepsis y sin cambios en los signos clínicos neurológicos”.
“Más allá de lo que dicen los partes, nosotros tenemos otra sensación, con mucha esperanza. Además vemos mejor a la beba, con otro color. También le sacaron una de las drogas que le estaban dando y aumentó 40 gramos”, dijo Mónica Bouter, tía de Luz.
“Lo que pedimos a toda la gente es que sigan rezando para que ella salga adelante”, agregó en nombre de la familia de la criatura. Desde que el caso tomó estado público se formaron cadenas de oraciones en numerosas iglesias. Los padres de Luz son de credo evangélico y tienen fe en que lo ocurrido hasta aquí con su hija es parte de un milagro que no quedará sin completarse.
Los Verón pasan casi todo el día en el hospital, rodeados de familiares que les dan ánimos y rezan con ellos. “Me pregunto por qué no fui antes a la morgue”, le dijo en uno de esos momentos Analía a su madre. “Es mejor pensar en lo que hubiera pasado si no ibas”, le contestó la abuela de Luz.
Fue la segunda vez que Analía Bouter pudo tener a su hija en brazos. La primera había sido en la noche del 3 de abril, cuando acudió a la morgue del Hospital Perrando para mirar por primera y última vez a ese bebé que había llevado seis meses en el vientre y que doce horas antes, tras el parto, los médicos dieron por fallecido. La criatura, que había sido colocada dentro de un cajón de madera guardado en una heladera a bajas temperaturas, comenzó a moverse. Estaba viva.
“Fue algo muy emocionante, la pude alimentar con mi leche, si bien a través de una sonda, y así va a ser cada seis horas. Sentí que al alzarla ella sabía que era yo”, contó Analía.
La recomendación de que Luz comenzara a ser alimentada con la leche materna habría sido planteada a los médicos por el especialista que llegó desde Buenos Aires a Resistencia por gestiones del Ministerio de Salud del Chaco. Es Carlos Fustiñana, jefe de cuidados intensivos neonatales del Hospital Italiano, quien no arriesgó pronósticos sobre la evolución de la beba. “Los terapistas hablamos de aquí al día siguiente”, planteó.
Los partes oficiales que suministra el Hospital Perrando hablaron a partir del jueves de un “alto riesgo de muerte”. El viernes se informó además de un paro cardiorrespiratorio que se pudo superar con un intenso operativo de reanimación. El cuadro se complicó con hemorragias pulmonares y digestivas, y un proceso infeccioso.
El informe de ayer fue el más escueto de la semana: “La paciente continúa en crítico estado pero estable, sin variantes con respecto al día anterior. Con ventilación mecánica asistida, con drogas inotrópicas para mantenerse hemodinámicamente compensada, bajo tratamiento de antibiótico por cuadro de sepsis y sin cambios en los signos clínicos neurológicos”.
“Más allá de lo que dicen los partes, nosotros tenemos otra sensación, con mucha esperanza. Además vemos mejor a la beba, con otro color. También le sacaron una de las drogas que le estaban dando y aumentó 40 gramos”, dijo Mónica Bouter, tía de Luz.
“Lo que pedimos a toda la gente es que sigan rezando para que ella salga adelante”, agregó en nombre de la familia de la criatura. Desde que el caso tomó estado público se formaron cadenas de oraciones en numerosas iglesias. Los padres de Luz son de credo evangélico y tienen fe en que lo ocurrido hasta aquí con su hija es parte de un milagro que no quedará sin completarse.
Los Verón pasan casi todo el día en el hospital, rodeados de familiares que les dan ánimos y rezan con ellos. “Me pregunto por qué no fui antes a la morgue”, le dijo en uno de esos momentos Analía a su madre. “Es mejor pensar en lo que hubiera pasado si no ibas”, le contestó la abuela de Luz.
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