Venezuela: asumió la nueva ministra de cárceles.

Tweet Compartir Como primera medida, Iris Varela prometió liberar a la mitad de detenidos de todos los centros de reclusión del país. El presidente venezolano, Hugo Chávez, invistió el sábado como ministra de prisiones de Venezuela a una cercana aliada política que prometió liberar a cerca de la mitad de detenidos en el país petrolero, que padece una aguda crisis carcelaria.

La flamante ministra Iris Varela dijo a finales de julio, cuando fue designada, que liberará al 40 % de los detenidos y sancionará a los jueces que no la obedezcan, como medidas para solucionar el hacinamiento y la sobrepoblación en los centros penitenciarios del país. "Cuenta con todo mi apoyo (...) tu adelante sin caer en provocaciones", dijo Chávez al juramentar a la funcionaria antes de partir de Cuba para continuar con su segundo ciclo de quimioterapia con la que busca combatir el cáncer. La nueva ministra respondió que no defraudará al mandatario, pero invitó a los venezolanos a sensibilizarse con el tema. Varela dispuso antes de ser posesionada que no se ingresen a más detenidos en las cárceles del país, decisión que fue criticada debido a que la inseguridad es uno de los problemas que más preocupan a los venezolanos. "Estamos montando un plan estratégico y de acción para ser efectivo en el tratamiento del problema", dijo Varela en el Palacio de Miraflores. El diario local El Nacional tituló el sábado que el nuevo ministerio envió una circular a los directores de las prisiones, en la que se exige suspender el ingreso de más de reclusos hasta tanto el despacho lo autorice. Aunque la funcionaria, citada por el matutino, agregó que la medida tiene excepciones, como por ejemplo, con los reos de alta peligrosidad. El Gobierno anunció la creación de un nuevo ministerio de Servicios Penitenciarios para tratar de controlar el caos dentro de las cárceles, días después de un fuerte motín en junio en una de las más grandes instalaciones del país que dejó al menos unos 25 muertos. En la violenta cárcel, situada en la población de Guatire -al este de Caracas-, los reclusos traficaban drogas, poseían armas, ejecutaban crímenes desde adentro vía telefónica y controlaban los pabellones. La reyerta ocurrió mientras Chávez se recuperaba en Cuba de una operación. Las masacres en las prisiones no son una historia nueva para los venezolanos y se remontan a mucho antes de que Chávez llegara al poder en 1999.