Mujeres habrían ido a confesarse para ayudar a un robo.

Tweet Compartir En una parroquia del Barrio Porteño. La policía sospecha que 2 mujeres acudieron a confesarse una parroquia y actuaron como cómplices de delincuentes que entraron a robar en el barrio porteño de Parque Chacabuco.

Es que las mujeres cortaron en forma abrupta la confesión cuando alguien avisó que habían entrado a robar a la oficina parroquial y no volvieron a ser vistas en la zona. El hecho se produjo en la Iglesia San Judas Tadeo, situada en la calle Miraflores al 2080, de ese barrio ubicado en el centro geográfico de la Ciudad. Si bien el episodio se conoció recién hoy, todo ocurrió el domingo último, mientras el padre Pabo Puricelli oficiaba Misa y el vicario parroquial, Iván Dornelles, estaba confesando. "Lo que nos llamó la atención fue que estas dos mujeres, que se estaban confesando con el padre Iván, cortaron abruptamente la charla y se fueron justo cuando nos estaban avisando que habían entrado a robar en la casa parroquial", recordó el padre Puricelli. El sacerdote indicó que cuando arribaron a la casa parroquial descubrieron que habían forzado la puerta con una barreta, para apropiarse de una notebook, una cámara digital, 3.000 pesos y 500 dólares en efectivo. A los religiosos les había llamado la atención la actitud de las mujeres, que se habían presentado días antes, siempre con la intención de confesarse en horario de misa. "Lo extraño es que no aceptaron otro horario; evidentemente lo que buscaban era que ninguno de los 2 (sacerdotes) se encontrara en la casa parroquial", expresó el cura Puricelli. "Yo los perdono", dijo el padre Iván Por su parte, el padre Iván dijo: “Yo los perdono". Además, el sacerdote contó que cuando explican por qué roban, "todos dicen que para drogarse, es la respuesta que tiene todo el mundo". El cura contó que la parroquia está ubicada en "un lugar complicado" de la zona sur de la Ciudad de Buenos Aires. Y puso como ejemplo que en una ocasión, cuando con otros religiosos "estábamos llegando a la parroquia, aparecen 4 chicos con un revólver y nos quieren asaltar, pero pudimos eludirlos". Iván dijo que a esa iglesia van personas con problemas "de drogas, de alcohol, con situaciones límite, niños abusados..., son problemáticas que uno escucha y trata de aconsejar y de ayudar". Los curas del lugar "tratamos de mostrar el rostro de Dios en esta parte de la ciudad, que es lo que nos encomendó nuestro obispo", pero, advirtió, "tenemos herramientas limitadas". "Nosotros asistimos a muchas personas, a chicos de la calle que vienen a pedir un sandwichito, fruta, agua, incluso a les damos alguna ropa. Además tenemos 350 chicos en catequesis, les damos la merienda..., hay un movimiento muy grande de la parroquia y uno no puede estar pensando que viene alguien a robarle", amplió el sacerdote. Pero en ese marco el padre Iván comentó que "muchos chicos de catequesis dejan de venir porque les roban". (DyN y NA).