ESPECTACULOS.
Noticias.
La banda de Mataderos celebró sus bodas de plata cerrando la gira “Algún rayo”, con muchos invitados, ante 50 mil personas.
9/12/13
La ciudad de Navarro, ubicada a 100 kilómetros de Capital Federal y con una población de trece mil habitantes, no tiene una gran tradición rockera, pero el fin de semana fue testigo de uno de los conciertos nacionales más importantes de 2013. Celebrando sus 25 años de historia, La Renga se dio el gusto de cerrar la gira Algún rayo frente a una convocatoria que cuadriplicaba a la población (50 mil personas, según cifras oficiales). Fue, además, el duodécimo show del año, lo que significaría -siguiendo con los números fríos- un promedio de uno por mes. Nada mal para una banda que, por convocatoria e infraestructura, no puede tocar con demasiada continuidad. La gira, que arrancó en 2010, tuvo un antes y un después al año siguiente, con la muerte de Miguel Ramírez, el fan que fue alcanzado por una bengala náutica en el Autódromo de La Plata. De ahí que ya no haya pirotecnia en sus shows, ni en los del Indio Solari, los únicos dos referentes argentinos que pueden armar su propio Woodstock en cualquier parte del país.
Algún rayo los llevó por México, Brasil y Chile. “Este año nos acostumbramos a tocar seguido”, dijeron, gustosos, en una nota a La Mega, la única que dieron antes de la presentación. Durante los últimos tiempos se convirtieron en un puente generacional, uniendo viejos y nuevos exponentes del género, como Edelmiro Molinari (Almendra, Color Humano) y Alejandro Kurz (El Bordo). Nacho Smilari (La Barra de Chocolate, Vox Dei, Cuero) fue invitado en la grabación del disco y se convirtió en otro personaje habitual de los shows, a tal punto que el sábado tocaron A nadie le interesa si quedás atrás (Total que) de Vox Dei con él. También estuvo Alejandro Medina (Manal, La Pesada) y Beto Ceriotti (Almafuerte) en Panic Show, formando un G3 de bajos con Tete Iglesias, y en una línea más contemporánea, sumaron a Fachi (ex Viejas Locas, actual Motor Loco) para Arte Infernal.
El desfile de músicos amigos y covers fue parte de los festejos por las bodas de plata. “Todo fue hecho con tripa y corazón”, resumió Chizzo, en alusión a uno de sus temas clásicos. “Qué alegría verlos acá, tan cerca de casa”, comentó después al público. Y sí: el último show de La Renga en Capital Federal fue en 2007, en el Autódromo Galvez, y sigue siendo una deuda pendiente volver. Eso los obligó a buscar lugares nuevos en distintas provincias. En Navarro montaron un escenario de cien metros con cuatro pantallas, frente a la laguna de la ciudad, el camping municipal y la zona de estacionamiento, y lo transformaron en “Navarrock”.
Otros momentos fuertes del show: El final es en donde partí (“Qué grande la cañería”, felicitó Chizzo a la sección de vientos), Somos los mismos de siempre, El viento que todo empuja (lo más parecido a un reggae que tiene La Renga) y Lo frágil de la locura, que se resignificó como un homenaje a los pueblos originarios tras la participación de Rubén Patagonia en el show anterior de Córdoba. Otro “revelde” de aquellos.
