Top Ad unit 728 × 90

Ultimas Noticias

Villa-Devoto

Los Rolling Stones en la tapa de RS: el amor y la guerra.

ESPECTACULOS.
Noticias.
Cómo hicieron para seguir soportándose después de las drogas, el alcohol y la tragedia, y por qué ahora vuelven con el show más grande del planeta.
Rolling Stones (Click en la foto).    (Ver Video ►)
Compartir



Destacadas

Más+

Relacionadas

Más+




12/6/13

Tal vez estos hombres, los Rolling Stones, no deberían estar acá, en este punto de sus vidas, haciendo lo que hacen: haciéndolo tan bien y de esa manera tan escalofriante. Es una tarde de viernes de finales de abril en el lugar donde ensayan, que tiene el tamaño de un garaje grande, en Burbank, California. Keith Richards, el guitarrista de la banda, está parado a unos metros de Charlie Watts, el baterista canoso, que lo mira atentamente mientras éste toca los acordes complejos y reveladores del principio de "Gimme Shelter" con la delicadeza de quien pasea por el infierno. Cuando Richards da toda la vuelta al riff y cae de nuevo en los primeros acordes, Watts se le une con la batería, una sombra pequeña detrás del ritmo de la guitarra, y Mick Jagger, el cantante, lanza un aullido agudo y aterrador, que suena como si un fantasma del futuro al que uno no quiere ver de pronto se materializara. La banda entera -Richards, Watts, el guitarrista Ronnie Wood, el bajista Darryl Jones, el corista Bernard Fowler y el tecladista Chuck Leavell (que toca con una sola mano mientras con la otra trata de parar la sangre que le sale de la nariz)- se lanza sobre la canción con un impulso amenazante. Jagger camina para adelante y para atrás frente a los demás con movimientos felinos, y no mira a ninguno a los ojos, sino hacia un lugar más allá de las paredes de la habitación. Y pronuncia su súplica inmortal: "Una tormenta amenaza/ mi vida hoy/ si no consigo refugio/ oh, sí, voy a desaparecer". Esta canción es resultado de una colaboración pavorosa entre Jagger y Richards: una visión de la destrucción y de la bendición que trae la piedad. Esta tarde en la sala también es el recordatorio de que, a la hora de crear algo tan terrible y liberador, estos hombres no se pueden dar el lujo de menospreciar la camaradería que los une. Acá tienen que trabajar juntos y ayudarse. "Las individualidades de la banda", dice el productor Don Was, "se fusionan en una única cosa que son los Rolling Stones. Y cuando la banda surge es realmente intenso. Si dejás de escuchar las partes y te concentrás en el todo, es una entidad enorme y poderosa".

La ocasión es el ensayo de una de las giras más grandes de los Stones en seis años, después de un puñado de recitales que dieron en el otoño boreal de 2012 para festejar su quincuagésimo aniversario en París, Londres, Brooklyn y Newark (Nueva Jersey). Tanto los shows del año pasado como la gira actual suponen un hito extraordinario por varios motivos. Hay pocas bandas, no importa de qué tipo sean, que hayan sobrevivido y que hayan tenido éxito sin que el núcleo de su formación original (Jagger, Richards y Watts) haya cambiado, como es el caso de los Rolling Stones desde 1962 o 1963. Brian Jones, el guitarrista que la fundó, se fue de la banda en junio de 1969 y murió unas semanas más tarde. Lo reemplazó Mick Taylor, entonces de apenas 22 años, que se fue en diciembre de 1974 y fue suplantado por Ron Wood, el guitarrista de los Faces, en febrero de 1976. El bajista Bill Wyman se unió al grupo a finales de 1962 y se fue en diciembre de 1992. Darryl Jones, que tocó el bajo con Miles Davis en los 80, está con la banda desde 1993, pero no es un miembro oficial. Como me señaló Watts, la única banda del siglo XX que ha disfrutado de una longevidad similar fue la de Duke Ellington, que el pianista lideró entre 1924 y 1974, cincuenta años, aunque el núcleo duro de los miembros originales no se mantuvo durante todo ese tiempo.

Si uno se pone a hacer cuentas, esto significa que los músicos que están ahora en esta habitación tienen todos entre 50 y 70 años, y están tocando la misma música explosiva que en general se considera territorio exclusivo de los jóvenes y rebeldes. A principios y a mediados de los 60, los Rolling Stones vehiculizaron actitudes, looks, deseos y resentimientos: todos aspectos de la creciente autonomía de la juventud de esa época. A cambio fueron denigrados, acusados y a veces perseguidos por la ley. Incluso por momentos, se los proscribió a causa de su música, o de sus recitales en vivo. ("En general no son los ingredientes de la longevidad", dice Richards.) A pesar de que han envejecido, y de que muchas cosas han cambiado en los últimos cincuenta años, siguen siendo la banda más definitiva que el rock haya dado. Siguen tocando con tenacidad y asumiendo riesgos, y todavía son capaces de sacudir el mundo que los rodea. Han hecho de esa determinación colectiva un desafío, a pesar de las probabilidades y de las propias relaciones entre ellos, y a pesar, también, del desaliento de algunos críticos y pares. "Los Stones van a durar 112 años juntos", dijo John Lennon en 1980, poco antes de morir. Y aquí están los Rolling Stones: llegaron a 2013 tocando con una unidad sorprendente que, a decir verdad, tal vez no se merezcan del todo, mientras se embarcan en lo que probablemente sea su tour más efectivo, anticipado y a la vez sorpresivo desde las históricas giras por Estados Unidos en 1969 y 1972.

...

Así comienza la nota que ilustra la tapa de la RS de junio, una mirada a la actualidad de la legendaria banda, y la historia de la gestión de su nuevo tour (que, dicen, se extenderá hacia Latinoamérica durante el año que viene y posiblemente lleguen a la Argentina en marzo de 2014), recuperando testimonios presentes y pasados sobre la famosa e intermitente tensión entre Jagger y Richards, las idas y vueltas y el pico de los roces ocasionado por las declaraciones del guitarrista en su autobiografía, Life; cómo hicieron para seguir soportándose después de las drogas, el alcohol y la tragedia.

Jagger, sobre el precio de las entradas para verlos: "Me gustaría que la gente tuviera la plata para pagarlo sin tener que matar de hambre a sus hijos. Eso es todo lo que tengo para decir"

Richards, sobre Jagger en Life: "Mick se puso insoportable a principios de los 80". Y: "Mick no confía en nadie, y tal vez ésa sea la diferencia más importante entre nosotros. No se me ocurre otra manera de explicarlo. Para mí tiene que ver con su personalidad y con cómo lidió con el hecho de ser Mick Jagger. No puede dejar de ser Mick Jagger ni un segundo".

Watts, sobre esa relación: "Los protagonistas de todo esto vivían juntos cuando eran chicos, ¿no? Eran vecinos. De ahí viene todo. Son como hermanos que se pelean por quién paga el alquiler. Si te metés en el medio, sonaste".

Richards, sobre el supuesto perdón: "Yo te puedo decir cualquier cosa con tal de que volvamos a tocar. Le mentiría hasta a mi propia madre." Y: "Yo digo lo que quiero y eso es todo. No me arrepiento de nada, man."

Mick Taylor, sobre el regreso: "Para ser sincero, no me había dado cuenta de lo mucho que los extrañaba hasta que volvimos a tocar juntos"

Jagger, en 1987: "Hemos tenido muchos altibajos en los Rolling Stones, y éste es uno de ellos. Yo, por mi parte, espero que nos volvamos a juntar". Y: "La historia, el estilo y los integrantes no pueden cambiar. Tal vez puedan adaptarse un poco, pero no demasiado. Y si yo quiero dar un paso al costado, por el motivo que sea, me parece que estoy en mi derecho".



































LAS DESTACADAS.
Promociones en el Barrio
Más+

IMPERDIBLES.
Lo mas destacado.
Más+

ÚLTIMAS.
Noticias del Barrio
Más+

PARA APRENDER.
Educación
Más+

LOS ÚLTIMOS.
Chimentos
Más+

IMPERDIBLES.
Lo mas destacado.
Más+

SEPTIMO ARTE.
Cine
Más+

DESTACADAS.
Espectaculos
Más+

MUJERES.
Solo para ellas
Más+

???.
Curiosidades
Más+

Imperdibles.
Ellas
Más+

LO ULTIMO.
Tecnología
Más+
Powered By Blogger, Designed by Sweetheme

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Con tecnología de Blogger.