BARRIO.
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El diario Crónica publicó una imagen dónde se la ve a Verónica Ojeda embarazada y a Don Diego quien le está besando la pancita. Según ella misma contó, el Diez se enfureció cuando vio la imagen y por esta buena onda que existe entre su padre y la madre de su hijo, la relación entre ellos se cortó. Los detalles.
10/6/13
En este último tiempo, Diego Maradona se alejó mucho de su padre. Y según dicen en su entorno, el motivo principal fue su excelente relación con Verónica Ojeda, sobre todo desde que se rompió la pareja. Y esta foto que el diario Crónica publica en exclusiva, fue la que en su momento terminó por hacer estallar de bronca al “Diez”, ya que por esos días “Don Diego” incluso expresó su deseo de conocer no solo al nieto que estaba por nacer, sino también a Junior, el hijo que Maradona tuvo con la italiana Cristina Sinagra.
“Después de esas fotos, Don Diego por supuesto conoció a mi hijo. Me esperó cuando salí de la clínica para verlo y tengo fotos de ese encuentro. Me cuidó durante todo el embarazo, me visitaba, me cocinaba, es un amor. Doña Tota también me adoraba, de hecho me saludaba con un beso en la boca cuando nos veíamos”, manifestó Ojeda en un mano a mano con el diario Crónica, quien también dio su parecer sobre la intención de Claudia Villafañe, de alguna manera avalada por su ex marido, de sacar a Don Diego de la casa de Villa Devoto en la que vive, para poder venderla.
“Me parece que Don Diego tiene que quedarse en la casa de donde lo quieren sacar, a él le gusta mucho ese lugar. Es una casa donde guarda un montón de historias y recuerdos”, expresó. Y luego reveló que “Don Diego también quería ir a conocer a Diego Junior cuando viniera a jugar en El Porvenir, pero al chico le hicieron las cosas muy dificiles para que viniera a la Argentina a trabajar. Yo lo conozco a Junior porque fue a Dubai, pero Diego no lo vió. Hablé con él, me dijo que quería conversar con el padre, que lo seguía por todos lados. Fue un momento muy triste, porque lo veía llorando. Quise juntarlos, pero Diego me dijo que no lo quería ver”, cerró Ojeda.
SU RELACION CON DIEGO
“Yo lo cuidaba mucho, Diego no podía tomar alcohol, por eso en mi casa nunca había. De hecho en una fiesta que hicimos en un restaurante, hice que tampoco hubiera. Apenas lo conocí estaba enfermo, porque tomaba mucho, se juntaba con mucha gente que no le hacía nada bien. A ninguno de ellos yo les caía bien, justamente porque yo trataba de alejar a Diego de ese ambiente. Lo llamaban a las 2 o 3 de la mañana para que salga, le traían alcohol, droga y mujeres. No me lo bancaba para nada, por eso en ese momento vivía en la casa de doña Tota. Una vez tuve que ir a buscarlo al Casino y cuando lo encontré, la gente que había ido con él, ya le había gastado todo su dinero, usado su tarjeta de crédito, y Diego estuvo a punto de darle una cruz que usa siempre al Casino para poder seguir jugando; ahí me lo llevé”.
Verónica recuerda esos momentos y no puede evitar llorar. Y ya con los ojos llenos de lágrimas, agrega en un mano a mano con Crónica: “Sufrí mucho, cambiaría tantas cosas... Sería diferente con Diego, porque fui muy buena con él; él era bueno conmigo, pero lo tendría que haber manejado de una manera más inteligente. Ahora pienso de otra manera, en ese entonces era más chica, pero por algo Dios quiso que las cosas sean así. Me da bronca que me tilden como la mala de la película, cuando yo di todo por Diego”.
Sin embargo, también rememora las cosas buenas: “En la intimidad nos llevábamos muy bien, a la hora del sexo teníamos mucha piel, me sentía muy bien con él. Conmigo era una persona normal, me acompañaba al supermercado y otros lugares. También salíamos a andar en bici o a caminar. Yo buscaba siempre que estuviera cómodo. Lo mimé muchísimo, le daba todo, dejé mi vida por él. Lo amaba muchísimo”.